Dormir es una necesidad biológica fundamental que desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la salud física, mental y emocional. Durante el sueño, nuestro cuerpo lleva a cabo procesos vitales como la reparación de tejidos, el fortalecimiento del sistema inmunológico o la mejora de nuestro bienestar general.
La falta de descanso adecuado afecta no solo al rendimiento diario y al estado de ánimo, sino que diversos estudios también lo han relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas graves, como pueden ser la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o los trastornos mentales. Por ello, garantizar un descanso de calidad no es un lujo, sino una parte esencial de un estilo de vida saludable.

La falta de descanso puede provocar serios fallos en el organismo.
Un descanso por el que existen preferencias, pues algunos adoptan una posición al acostarse por la noche y hay personas que prefieren otras. Algunos eligen dormir de cierta manera para mejorar su salud intestinal, otros quieren sufrir menos dolores de espalda. Lo que probablemente más de uno habrá escuchado es que, si se duerme de lado derecho, se puede producir reflujo gastroesofágico.
Es una de las afirmaciones más extendidas en redes sociales: dormir del lado derecho provoca una mayor probabilidad de sufrir acidez, pues los músculos de la zona inferior del esófago están más relajados y la gravedad no acompaña. Cuando se está tumbado sobre el lado derecho, se dice que el ácido puede permanecer más tiempo en el estómago, llegando a filtrarse y causando todo tipo de molestias e irritaciones, lo que puede ocasionar dolor torácico, úlceras, hemorragias, dificultades para tragar y otros problemas que sean graves.

La Dra. Inés Moreno aclara el último bulo que circula por redes sociales.
Una afirmación que la doctora Inés Moreno, traumatóloga, ha querido desmentir en un vídeo en su cuenta de Instagram. “Pues no. Ni te abrasas el esófago, ni colapsas por girarte en la cama. Tu cuerpo no es idiota”, sentencia.
“Tenemos un esfínter que se cierra, un estómago que se vacía y una mucosa gástrica que aguanta más que un político en España”, bromea.
La especialista explica que dormir del lado izquierdo ayuda cuando se sufren problemas de salud, pero solo en casos muy concretos. El primero, en casos de reflujo gastroesofágico, aunque con efectos muy modestos; segundo, a mujeres en estado de gestación muy avanzado y, por último, a personas con insuficiencia cardíaca severa.
Moreno insiste, no es una norma general. “Si estás sano y tu estómago hace su trabajo, puedes dormir del lado que te de la gana. Si tienes reflujo todas las noches eso no se arregla girándote, se arregla en la consulta. Pero claro, eso no se hace viral”.