Cocinar en casa no garantiza una alimentación saludable. Así de rotundo se mostró Luis Alberto Zamora, conocido como 'Nutriman', en su última intervención en el programa Y ahora Sonsoles. Frente a la demonización general de los platos preparados, el experto propuso una mirada más crítica y realista: “No toda comida preparada es basura, ni todo lo casero es saludable”.
La diferencia esencial, explicó, no está en quién cocina el plato ni en si se mete al microondas o no, sino en el grado de procesamiento de los alimentos. “Tú cuando cocinas, procesas”, recordó. “Cuando pones carne a la plancha, ya estás mejorando su digestibilidad. Eso es procesar.” Lo que marca la diferencia —añadió— es cuando los ingredientes originales desaparecen y lo que comemos deja de parecer comida.
¿Dónde está el límite?
Ultraprocesado vs. procesado
Para ilustrarlo, puso un ejemplo muy gráfico: la evolución de una carne picada de cerdo. De ahí se puede obtener una salchicha fresca, que sigue siendo un alimento reconocible y procesado. Pero si ese mismo producto pasa por múltiples transformaciones industriales, se convierte en una salchicha tipo Frankfurt, “uno de los productos más ultraprocesados que tenemos”, apuntó.
Este tipo de alimentos, explicó, contienen ingredientes refinados, mucha sal, féculas, grasas de mala calidad y aditivos que hacen que el producto final ya no tenga nada que ver con su origen. “No puedes reconocer lo que lleva. Eso es lo que lo convierte en un ultraprocesado”.

'Nutriman' insiste en que lo relevante no es cómo se cocina, sino si reconoces lo que estás comiendo
Lo mismo sucede con un bote de tomate: si solo contiene tomate, es un procesado saludable. Si incluye azúcar, grasas añadidas y potenciadores del sabor, pasa al bando de los ultraprocesados. “La diferencia está en los añadidos, no en que venga listo para calentar”, resumió.
Zamora defendió que muchos platos preparados que se venden en supermercados pueden ser perfectamente saludables. El criterio fundamental es si los ingredientes son reconocibles y si el procesamiento no ha alterado su valor nutricional. “Aquí vemos unas lentejas con cebolla, zanahoria, legumbre… esto es un plato preparado. Y puede ser perfectamente saludable”.
La industria no siempre trata de engañarte. A veces simplemente cocina por ti”
Lo mismo ocurre con un pollo asado, siempre que no se le haya añadido una lista interminable de ingredientes extra. “Ese pollo de la pollería de toda la vida, el que hacían los domingos en el pueblo, también es comida preparada. Y no por eso es menos saludable”.
El problema, según Zamora, es que solemos asociar lo casero con lo saludable y lo industrial con lo insano. Pero no siempre es así. “La industria no siempre trata de engañarte. A veces simplemente cocina por ti”, señaló.
En cuanto a los conservantes y aditivos, 'Nutriman' fue muy claro: “Están regulados, vigilados, y si hay la más mínima duda, se retiran.” Puso como ejemplo reciente el caso del aroma a humo, que dejó de usarse no por su peligrosidad, sino por no entregar a tiempo la documentación exigida. “Tienes que demostrar que es seguro. Si no, fuera”.
También aprovechó para lanzar un mensaje a favor del sistema de seguridad alimentaria español y europeo: “Tenemos una de las mejores agencias de seguridad alimentaria del mundo. España es ejemplo”.