Imagina: son las dos de la mañana, te despiertas de golpe, con la piel empapada de sudor y las sábanas frías, pegadas al cuerpo. ¿Te ha sucedido? Acostarte cansada esperando un buen descanso y que, en cambio, te despierte un calor insoportable. Esto no es algo normal ni inevitable. Según la enfermera Lurdes Álvarez, experta en epigenética y menopausia, estos episodios no son solo un signo de menopausia, sino el resultado de un sistema nervioso y hormonal en desequilibrio que altera la regulación de tu temperatura corporal y destruye tu sueño. La buena noticia es que no tienes por qué resignarte: con hábitos adecuados y cambios sencillos, puedes ayudar a tu cuerpo a recuperar su equilibrio y volver a descansar profundamente.
No es una exageración, es real. Y no es solo la menopausia, es tu sistema nervioso y hormonal desequilibrado
Menopausia
“Te despiertas empapada, no has dormido ni cuatro horas seguidas y cuando por fin logras volver a dormirte, te vuelve a pasar ese calor que te recorre entera, esa incomodidad, esa ansiedad de no entender por qué te pasa. No es una exageración, es real. Y no es solo la menopausia, es tu sistema nervioso y hormonal desequilibrado”, apunta Álvarez. Pero según la enfermera, se pueden regular con tres hábitos simples y sencillos que se pueden incorporar en el día a día.
El primero de ello es tomar infusión de salvia antes de dormir. La salvia contiene compuestos fitoquímicos que tienen efectos estrogénicos leves, eso quiere decir que modulan el desequilibrio hormonal que causa los sofocos, además regula la sudoración excesiva, tiene un efecto calmante y relajante, y tiene propiedades antiinflamatorias y digestivas suaves.
Álvarez también recomienda tomar una ducha fría de unos cinco minutos antes de acostarse, pero “ni demasiado fría ni demasiado caliente”. Esto ayuda a relajar los músculos y reduce de forma suave la temperatura central del cuerpo. Estudios han mostrado que un baño o ducha tibia entre 40 °C y 42 °C, tomado entre 1 y 2 horas antes de acostarse, puede acortar el tiempo que tardas en dormirte y mejorar la calidad del sueño.
Infusión de salvia antes de dormir, porque tiene compuestos que ayudan a reducir los picos de calor nocturnos y equilibran la sudoración
Por último, aconseja apagar las pantallas una o dos horas antes de irte a la cama. Explica que no es un consejo de moda, sino ciencia: la luz azul que emiten los dispositivos altera la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, y puede intensificar los sofocos nocturnos al dificultar la señal de descanso en el cerebro. Además, si los sofocos son muy frecuentes, Lurdes sugiere considerar un test epigenético para saber si tu cuerpo está activando genes proinflamatorios o si necesitas soporte hormonal más específico y personalizado.
Calor verano
En definitiva, los sofocos nocturnos y el sueño interrumpido no son algo que debes normalizar ni soportar en silencio. Según la enfermera Ludes Álvarez, muchas veces son el reflejo de un sistema nervioso y hormonal desequilibrado, pero con hábitos sencillos puedes empezar a recuperar el descanso. Y si los síntomas son persistentes o intensos, contar con herramientas como un test epigenético te permitirá entender mejor qué está pasando en tu cuerpo y elegir el tratamiento más adecuado. No podemos olvidarnos de que dormir bien no es un lujo, es una necesidad para tu salud y bienestar.
