Marta Díez, enfermera dermoestética: “Ducharte con agua muy caliente puede empeorar tu acné y acelerar la caída del pelo”

Cuidado de la piel

La especialista alerta sobre los efectos invisibles de las duchas a alta temperatura en la salud de la piel y el cuero cabelludo

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Las duchas largas y con agua caliente pueden parecer inofensivas, pero afectan a la salud dérmica y capilar

Las duchas largas y con agua caliente pueden parecer inofensivas, pero afectan a la salud dérmica y capilar

TikTok @martaadiez | Pexels

Puede parecer un gesto inofensivo —incluso placentero—, pero ducharse con agua muy caliente tiene consecuencias. Y no precisamente buenas. Así lo advierte Marta Díez, enfermera dermoestética, en un vídeo compartido en su cuenta de TikTok (@martaadiez), donde desmonta uno de los hábitos más comunes del autocuidado diario: el uso de temperaturas elevadas bajo la ducha.

“El agua muy caliente destruye el manto hidrolipídico, que es la barrera protectora natural de la piel. Esto deja la piel más deshidratada, tirante y reactiva”, explica. Esa barrera, formada por agua, lípidos y sudor, es la encargada de protegernos frente a agresiones externas, retener la hidratación y mantener el equilibrio de la piel. Cuando se rompe, aparecen los problemas.

Una agresión invisible a la piel

El agua muy caliente rompe la barrera protectora natural y puede desencadenar brotes e irritaciones

Pero no solo se trata de deshidratación. Díez insiste en que el calor excesivo también provoca vasodilatación capilar: “Esa dilatación excesiva de los capilares puede empeorar el enrojecimiento en pieles con rosácea o acné”. Es decir, si ya hay una predisposición, el agua caliente no solo no ayuda, sino que agrava la inflamación.

Además, al eliminar los aceites naturales de la piel, el cuerpo tiende a compensar con un exceso de sebo, lo que puede traducirse en más brotes de acné o episodios de dermatitis. “Puede parecer que la piel queda limpia, pero estamos desregulando su equilibrio. Y al final, genera más grasa y más irritación”, afirma.

El cuero cabelludo también se resiente

La exposición continuada al calor puede dañar el folículo piloso y favorecer la caída capilar

El cuero cabelludo, aunque menos visible, no es ajeno a este impacto. Según Díez, el agua caliente puede irritarlo, sensibilizarlo y, a largo plazo, incluso afectar al folículo piloso. “Eso puede favorecer la caída capilar y empeorar la dermatitis seborreica”, explica.

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El daño no es inmediato ni siempre evidente, pero con el tiempo puede notarse en forma de pérdida de densidad, picor persistente o mayor sensibilidad cutánea. Y no se trata solo de quienes ya tienen afecciones dermatológicas: “Cualquier persona puede desarrollar estos síntomas si mantiene una rutina de higiene muy agresiva”.

La clave

Agua tibia y duchas más breves

La solución, según la enfermera, es sencilla y accesible: reducir la temperatura del agua y limitar el tiempo de exposición. “Usar agua tibia y que las duchas sean más breves. No hay más. Y tu piel y tu pelo te lo agradecerán”, concluye.

A veces, los pequeños gestos del día a día —incluso los más rutinarios— son los que más influyen en la salud cutánea. Y regular la temperatura del agua puede ser el primer paso para proteger lo que, en muchos casos, estamos dañando sin saberlo.

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