La culpa es una de las emociones más complejas que una persona puede experimentar. Surge como respuesta interna ante la percepción de haber fallado, herido a alguien o haber traspasado ciertos límites morales. Habitualmente, este sentimiento condiciona la forma en que un individuo se relaciona consigo mismo y con los demás, además de influir directamente en su bienestar emocional, ya que muchas personas caen en el autocastigo.
En muchos casos, la culpa se convierte en una carga silenciosa que moldea comportamientos, reduce la autoestima y dificulta la construcción de vínculos saludables y auténticos. Cuando surge como respuesta a una experiencia familiar, su impacto suele ser aún mayor.
Un hombre reflexionando
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la psicóloga Júlia Martí, especializada en autoexigencia, profundizó en la gestión de la culpa y en cómo las personas manejan este tipo de dinámicas dentro del entorno familiar. Para abordar el tema, realizó un análisis del personaje de Simba, protagonista de la película animada El Rey León.
Tal como explicó, en la película, Simba no solo pierde a su padre, sino el permiso simbólico para ocupar su lugar. El cachorro no se exilia por miedo: ''Es la consecuencia de una lealtad invisible. Si la muerte de mi padre fue culpa mía, entonces ya no merezco ocupar su lugar''.
Según la experta, cuando un hijo siente que ha dañado al sistema, muchas veces se aleja. No por rebeldía, sino como forma de reparación: ''Simba desaparece porque cree que ya no tiene derecho a pertenecer. Y, aunque intenta construir una nueva vida, lo hace desconectado de quién es y de dónde viene''.
Martí explicó en su reflexión que Simba no recupera la paz interior hasta regresar, pero centró la atención en cómo el león elige volver. ''Ya no lo hace desde la culpa ni para cumplir un mandato, sino desde una identidad más consciente'', expresó.
Mirar la historia con otros ojos
A modo de conclusión, la autora de Mujeres que se exigen demasiado añadió que, en muchas ocasiones, para sanar conflictos en los que la culpa se adueña de la persona, lo más saludable no es huir ni romper con todo, sino volver a mirar la historia con otros ojos.
''Ocupa tu lugar desde un sitio más libre. Y, como le dice Mufasa a Simba en una visión de su padre en el cielo, recuerda quién eres'', sentenció la creadora de contenido en el post que compartió en la plataforma de color rosa.
