La psiquiatra y divulgadora Marian Rojas lanza en uno de sus últimos videos de Instagram una reflexión que golpea especialmente durante el verano: ese vacío emocional que algunas personas sienten justo cuando por fin están de vacaciones. ¿Por qué, si se supone que deberíamos estar relajados y felices, aparece la sensación de vértigo?
Rojas explica que durante el año vivimos inmersos en el ruido constante: “No paras de pensar, de hacer, de solucionar: exigencias, familia, niños, trabajo, búsqueda de trabajo…” Pero cuando llega el verano y el ruido cesa, “aparece el silencio”, y con él, las grandes preguntas: “¿Me gusta mi vida? ¿Me gustan mis vacaciones? ¿Por qué he venido a este lugar este año? ¿Qué tengo que gestionar mejor a mi vuelta?”
Según la especialista, muchas veces el problema es que sustituimos el sentido de la vida por sensaciones. “Cuando no hay sentido de vida, sustituimos eso por sensaciones: redes, comida, sexo, pornografía, videojuegos…” No necesariamente cosas negativas, pero sí distracciones que nos anestesian. “¿Qué estoy anestesiando sin parar de hacer cosas durante el año?”, plantea.
Marian Rojas
“Cuando no hay sentido de vida, sustituimos eso por sensaciones”
Esa sensación de vacío puede estar ocultando miedos más profundos: “¿Tengo miedo a enfrentarme a mi pasado, a mi relación de pareja, a una conversación con mis padres o con mi jefe?” Rojas insiste en que no debemos juzgarnos por sentirnos así, sino verlo como una señal. “La felicidad tiene mucho que ver con encontrar esas respuestas a ese vacío.”
“Lee, habla, conecta, hazte preguntas. Mira, trasciende. No anestesies cada emoción o pensamiento que te llegue.” Su propuesta no es huir del vacío, sino mirarlo de frente y buscar ahí dentro las claves para una vida con sentido.