Pasar las noches dando vueltas en la cama y viendo cómo los minutos vuelan puede llegar a resultar desesperante y, sin embargo, estos problemas para dormir acompañan a muchas personas en su día a día. Entre un 20% y un 48% de la población adulta española padece dificultades para iniciar o mantener el sueño, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Además, los especialistas apuntan a que esto, en al menos un 10% de los casos, está relacionado con algún trastorno del sueño crónico y grave. Pese a ello, menos de un tercio de las personas que experimentan estas dificultades de descanso buscan ayuda profesional. El trastorno de sueño más frecuente, apunta la SEN, es el insomnio, un problema que afecta a la calidad y la cantidad del sueño. Los resultados del estudio reflejan que entre el 25-35% de la población adulta española padece insomnio transitorio. Mientras que el 10-15% debe lidiar con el insomnio crónico, lo que supone un total de cuatro millones de personas.
El sueño representa un factor imprescindible para mantener al organismo saludable y capaz de llevar a cabo sus funciones adecuadamente. También está directamente ligado a la salud mental. Los casos de insomnio, u otros trastornos del sueño, deben ser estudiados y diagnosticados por profesionales médicos. De esta forma será posible establecer un tratamiento adecuado, que será acompañado por una serie de consejos y medidas para establecer una higiene del sueño saludable. Por ejemplo, despertarse y levantarse todos los días a la misma hora, evitar largas siestas durante el día o evitar actividades excitantes en las horas previas a acostarse. Aunque también cabe destacar la efectividad de realizar ejercicios de relajación.
La técnica de un profesor de Harvard para relajarse y dormir mejor
Lawrence Epstein, instructor de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard, explica que las técnicas de relajación resultan eficaces a la hora de calmar la mente y el cuerpo, ya que reducen la tensión en los músculos de forma progresiva y ayudan al descanso. El especialista recomienda adoptar como rutina un método de relajación en particular, que consiste en acostarse boca arriba, en una posición cómoda. Los brazos, con las palmas hacia arriba, se colocarán ligeramente separados del cuerpo, a la vez que se relajan los músculos.
La clave consiste en mantener una respiración lenta y profunda por la nariz, con un suspiro largo que ayude a liberar la tensión. El médico recomienda dirigir la atención a cada parte del cuerpo: pies, muslos, espalda baja, abdomen, brazos, manos, cuello, frente. De forma que cada uno de ellos se vaya relajando a la vez que se mantiene un ritmo de respiración constante.