El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Las relaciones personales son las más complicadas de gestionar en este sentido, en especial cuando una de las dos partes no actúa igual que la otra. Un apunte que ha destacado la sexóloga y divulgadora mental Mónica Branni, quien comparte habitualmente sus conocimientos a través de las redes sociales. Mediante una serie de imágenes publicadas en TikTok, la experta reflexionaba sobre la ansiedad que puede llegar a producirse derivada de las relaciones sexuales.
“Qué te da más ansiedad? ¿No tener sexo o tener sexo que no disfrutas? Muchas personas viven atrapadas entre dos miedos: el miedo a ‘quedarse sin sexo’ y sentir que fallan, y el miedo a ‘tener sexo vacío’, sólo para cumplir con expectativas. Ambos generan ansiedad, pero de maneras diferentes. En la ansiedad por no tener sexo, hay presión social por creer que ‘debería hacerlo más’, comparación con los demás y temor a perder la pareja o no ‘ser suficiente’”, aportaba.
“El sexo se vuelve una obligación, En la ansiedad por no disfrutar, hay desconexión emocional de la pareja, sensación de estar actuando y sentir un vacío aunque ‘se haya cumplido’ con la expectativa. El sexo aumenta la sensación de soledad. La paradoja es que el sexo, que debería ser un espacio de conexión y disfrute, puede convertirse en una fuente de ansiedad cuando se vive desde la depresión o la desconexión emocional”, insistía a sus seguidores.

Pareja en la cama
Salir de la espiral
“¿Cómo salir de ahí? Deja de contar ‘cuántas veces’ tienes sexo y, antes de hacerlo, pregúntate: ¿me apetece o estoy cumpliendo un guion? ¿Me conecta a la otra persona o me aleja más? ¿Salgo de aquí más lleno o más vacío? Recuerda que no siempre la ansiedad viene de no tener sexo. Muchas veces aparece después de un encuentro donde sientes que no conectaste”, sentenciaba, enviando un recordatorio final.
“La performance es un parche que acaba generando inseguridad si no hay genuinidad. Si sales de la cama con más dudas que calma, ahí tienes la señal. El sexo no se mide en frecuencia, sino en presencia y conexión. ¿Prefieres tener más sexo o mejor sexo?”, concluía.