La nutricionista María Merino ha vuelto a desmontar un mito sobre alimentación. En esta ocasión, la experta ha querido explicar en el programa No es un día cualquiera de RNE qué hay de verdad en la creencia de que hay que comer cinco veces al día. ''Hay un número ideal de comidas pero es diferente para cada persona, por lo tanto sí que podríamos decir que existe un número ideal pero no sería ese cinco que tanto escuchamos'', dejaba claro la experta.
Según Merino, lo más recomendable es adaptar el número de ingestas en función del hambre que tengamos. ''Es muy importante que aprendamos a conectar con nuestras señales de hambre y de saciedad porque nos han vendido las cinco ingestas y eso es una invención de la industria alimentaria para que compremos snacks'', aclaraba.
Además, la nutricionista aseguraba que el número ideal de ingestas deberías ser tres. ''Podríamos hacer dos, cuatro, cinco o seis, pero para mí tres es como que distribuimos la energía que necesitamos en el día en un número de veces óptimo para poder tener una regulación y un equilibrio las 24 horas y también hay que adaptar luego cada ingesta. No es lo mismo el desayuno que la comida o la cena'', desvelaba.
Sobre aquellos que tienen la costumbre de realizar una sola ingesta al día, la experta advertía: ''El cuerpo no asimila igual. No es lo mismo que yo reparta dos mil calorías en tres, cuatro o cinco veces que en una. Si yo hago una ingesta de dos mil calorías de una vez el cuerpo no asimila igual los nutrientes, no procesa igual las proteínas y la absorción de nutrientes se ve dificultada. Y tenemos digestiones mucho más pesadas y una absorción mucho menor de nutrientes''.

Es recomendable realizar las comidas sin un distractor cerca, como puede ser un ordenador o la televisión
Por este motivo, la especialista insistía en que el error está ligado a la creencia de comer cinco veces al día. ''Si yo a las seis de la tarde no siento hambre pues no como. O a lo mejor me entra el hambre a las siete y tengo que merendar a las siete y no a las seis porque yo crea que a las seis tenga que merendar o a lo mejor no me da hambre. O me da hambre a las ocho y ya ceno, que incluso es mejor porque cuanto antes se cene mejor para la digestión y para el descanso'', afirmaba.
Asimismo, la experta explicaba que podemos tomar esas cinco comidas como ''referencia'', pero luego es recomendable adaptarlo a nuestras necesidades. ''Hay que evitar el piloto automático y el regirme por unas normas sin escuchar lo que mi cuerpo pide'', aseveraba.