Fernanda Rodríguez, psicóloga: “La ansiedad del primer día de cole está relacionada con el miedo a lo desconocido, por eso resulta tan importante anticipar a los niños lo que va a suceder”

Crianza

Los expertos recomiendan que desde casa se retomen las rutinas de forma progresiva para que la adaptación al curso escolar sea lo más favorable posible

Fernanda Rodríguez, psicóloga

Fernanda Rodríguez, psicóloga

A pocos días de terminar el verano, muchos niños esperan con ilusión volver al colegio y reencontrarse con sus amigos y profesores. En España, los más pequeños regresarán a las aulas la semana del 8 de septiembre, salvo en Navarra y el País Vasco, donde algunos centros abrirán sus puertas a partir del 4 o 5 de septiembre. Sin embargo, los expertos recomiendan que desde casa se retomen las rutinas de forma progresiva para que la adaptación al curso escolar sea lo más favorable posible. No se trata solo de revisar con antelación los materiales y la lista de libros necesarios para seguir bien las asignaturas, sino también de hacer un trabajo emocional que ayude a los niños a comprender qué les deparará este nuevo curso.

“Es fundamental anticipar lo que ocurrirá. Por ejemplo, contarles quién será su tutor o tutora, cómo se organizarán las rutinas, qué aspectos cambiarán y cuáles se mantendrán. Esta preparación previa les aporta seguridad y confianza, especialmente si se acompaña de experiencias personales o anécdotas familiares compartidas por los padres o los hermanos mayores”, explica la psicóloga Fernanda Rodríguez a este diario. Especializada en trastornos del neurodesarrollo, dificultades de aprendizaje y altas capacidades, cada año durante estas fechas acompaña a numerosas familias en el proceso de vuelta a la rutina escolar.

La psicóloga enfatiza la importancia de fomentar la autonomía y las responsabilidades, “porque no se trata solo de terminar las vacaciones y comenzar el curso, sino de hacerles entender que ya no van a tener varios adultos pendientes de ellos, sino que pasarán a estar en un entorno con un único adulto para varios niños”, señala. Son muchos los cambios que deberán asimilar en poco tiempo, especialmente aquellos que comienzan preescolar, primaria o secundaria. Por eso, señala, cuanto más se trabaje desde casa en este proceso, más fácil será la incorporación a la rutina.

Vuelta al cole

Vuelta al cole

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¿Cómo se puede ayudar a los niños a retomar las rutinas de sueño tras el verano?

El sueño desempeña un papel fundamental en el proceso de adaptación a la escuela. Los problemas para dormir están estrechamente ligados a la ansiedad, ya que en los días previos a un acontecimiento tan relevante como el inicio del curso los horarios suelen desajustarse: los niños duermen menos, arrastran el hábito veraniego de acostarse y levantarse tarde y, sumado al estrés, esto genera un desequilibrio importante. Por ello, las semanas previas son clave para reajustar los horarios y el reloj biológico. La alimentación también cumple un rol esencial. Establecer horarios más regulares y estructurados, junto con una reducción progresiva de la exposición a las pantallas, especialmente por la noche, favorece que la transición hacia las nuevas rutinas sea más natural y llevadera.

Es fundamental validar sus emociones desde el principio, sin restarles importancia con frases como: “no pasa nada, todo el mundo lo ha hecho”

Fernanda Rodríguez, psicóloga

¿Cuáles son las principales razones por las que un niño puede sentir ansiedad al inicio del curso escolar?

Nos encantaría que todos los niños sintieran una gran ilusión por volver a la escuela, pero la realidad es que no todos lo viven de la misma manera. Muchos experimentan miedo, tristeza o incluso enfado. Cuando en septiembre retomo las sesiones con las familias, me comparten una amplia variedad de emociones, y entre ellas aparece con frecuencia la ansiedad, que en muchos casos tiene como raíz principal el miedo a lo desconocido: qué ocurrirá, qué cambios habrá, si tendrán un tutor o tutora diferente, cómo serán los nuevos compañeros, las asignaturas, los cursos, los exámenes… Los más pequeños se enfrentan a muchas incógnitas que aún no tienen claras ni bien definidas, y esa falta de certeza genera incertidumbre.

Niño haciendo la cama

Es importante que haya momentos de descanso y, al mismo tiempo, que se mantenga activa la parte cognitiva

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¿Qué señales nos indican que un niño tiene ansiedad para volver a la escuela?

Si hablamos de niños neurotípicos, la ansiedad puede llegar a manifestarse de forma intensa, especialmente a través de síntomas psicosomáticos, como por ejemplo, sudoración excesiva, falta de apetito o dificultades para dormir, entre otros. También puede aparecer un rechazo marcado a ir al colegio.

Es fundamental equilibrar las actividades extraescolares y evitar sobrecargar a los niños durante las primeras semanas de colegio

Fernanda Rodríguez,psicóloga

¿Y cómo podemos acompañar emocionalmente a los niños que se resisten a volver a la escuela?

Es fundamental validar sus emociones desde el inicio, sin minimizarlas con frases como “no pasa nada, todo el mundo lo ha hecho”. Al contrario, se trata de acoger y dar espacio a todas las emociones que los niños experimentan, tanto las agradables como las desagradables.

Mensajes como “tú vas a ser el mejor” no ayudan en absoluto. Lo verdaderamente importante es reforzar la confianza

Fernanda Rodríguez,psicóloga

¿Qué consecuencias puede tener un uso excesivo de pantallas los días previos a volver a clase?

Las pantallas son un recurso muy accesible, sobre todo en vacaciones, cuando los niños tienen más tiempo libre y menos actividades estructuradas. Sin embargo, su uso excesivo tiene consecuencias claras: afecta a la atención, a la memoria, al aprendizaje y agrava las dificultades para dormir. Cuando hablamos de emociones, la ansiedad puede aumentar si no se atiende la raíz del malestar y no se trabaja para resolverlo. Usar una pantalla como distracción puede dar una calma momentánea, pero en realidad solo oculta el problema y evita afrontarlo.

Niño mirando una pantalla

Niño mirando una pantalla

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¿Qué actitudes no son positivas por parte de los adultos para un niño en su primer día de clase?

Los niños perciben la seguridad que los padres proyectan respecto al colegio y a los docentes. Si nos ven tranquilos, ellos también se sentirán seguros. Esto empieza desde el momento de dejarlos en clase o en la puerta de la escuela. Esa “famosa despedida” debe ser breve, positiva y afectuosa: un beso, una palabra cariñosa, un gesto especial. El primer día hay que evitar las despedidas largas que transmitan inseguridad y hagan sentir al niño que está siendo dejado en un lugar poco confiable. También hay que recordarles que, en el entorno escolar, la figura de referencia ya no son los padres, sino los tutores o profesores. En casa seguimos siendo nosotros, pero en el colegio son ellos quienes ocupan ese lugar. Por eso, transmitir confianza es fundamental.

Establecer horarios regulares y reducir poco a poco el uso de pantallas, sobre todo por la noche, facilita la adaptación a las nuevas rutinas

Fernanda Rodríguez,psicóloga

¿Qué otros hábitos saludables influyen en un mejor inicio de curso?

Es fundamental equilibrar las actividades extraescolares y evitar sobrecargar a los niños durante las primeras semanas de colegio. Dejarles espacio para jugar, descansar y relajarse facilita mucho el proceso de adaptación. Además, es clave fortalecer la autoestima. Muchas familias, con la mejor intención, suelen decir en casa frases como: “tienes que ser el primero” o “tranquilo, tú vas a ser el mejor”. Sin embargo, esto no ayuda en absoluto. Lo verdaderamente importante es reforzar la confianza en sí mismos y transmitirles que no necesitan ser los primeros en todo.

A joyful moment as a mother encourages her young son before starting his first day at elementary school. The boy, wearing a backpack, looks excited and reassured.

Los niños perciben la seguridad que los padres proyectan respecto al colegio y a los docentes

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También es importante escucharles. Tomarse un momento cada día para hablar sobre cómo fue su jornada, preguntarles cómo se sintieron, sin juzgar ni minimizar sus emociones. Se trata de acompañar de manera horizontal, compartiendo también nosotros lo que vivimos en el trabajo: tanto emociones agradables como aquellas que no lo fueron. Así, ellos tendrán un espacio natural para expresar su propio día a día. No se trata de un interrogatorio, sino de un diálogo cercano.

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¿Debemos preocuparnos si nuestro hijo no logra acabar los deberes de verano?

Es importante que haya momentos de descanso y, al mismo tiempo, que se mantenga activa la parte cognitiva. En ese sentido, los deberes pueden ser un recurso perfecto. Eso sí, no es necesario que los terminen siempre. Si hay otras actividades que permitan desconectar, descansar o disfrutar, también deben tener su espacio y prioridad. Lo importante no es acabar las tareas a toda costa, sino mantener un equilibrio saludable.

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