Júlia Farré, nutricionista: “Nunca deberías pesarte después de las vacaciones ni empezar dietas estrictas, lo importante es recuperar la rutina de manera equilibrada”
Comer bien
La nutricionista Julia Farré comparte tres recomendaciones fundamentales para retomar el equilibrio después de las vacaciones
Júlia Farré, nutricionista
El final del verano o de unas vacaciones largas suele traer consigo un regreso a la rutina que no siempre resulta sencillo. Entre compromisos laborales, la vuelta a los horarios habituales y la sensación de “resetear” los hábitos, vuelven también las preocupaciones por cuidar la alimentación. Por ello, la nutricionista Julia Farré comparte tres recomendaciones fundamentales para retomar el equilibrio sin caer en extremos ni obsesiones.
El primer consejo de Farré que siempre comparte con sus pacientes es evitar la báscula en los días posteriores al regreso de las vacaciones. “¿Has subido de peso? Puede ser, pero tú esto ya lo sabes, no hace falta cuantificarlo de inmediato”, explica. El peso corporal puede fluctuar debido a múltiples factores como la retención de líquidos, cambios en la rutina o incluso el propio tránsito intestinal, por lo que subir a la báscula nada más volver de vacaciones suele generar más ansiedad que información útil.
Opta por productos integrales en lugar de refinados, incluye legumbres al menos dos o tres veces por semana y asegúrate de que en cada comida principal haya una ración de frutas o verduras
La especialista aconseja dar un margen de unas semanas para retomar las rutinas alimentarias y de actividad física antes de evaluar los cambios en el peso. Este enfoque permite observar una tendencia más real y evita el impulso de aplicar medidas drásticas motivadas por la culpa.
Lo importante no es bajar de peso de manera acelerada, sino recuperar el equilibrio
El segundo pilar que destaca la nutricionista tiene que ver con un nutriente esencial para nuestro organismo: la fibra. Durante las vacaciones es habitual que la alimentación se relaje y se reduzca el consumo de frutas, verduras, legumbres o cereales integrales. Farré recomienda reincorporar progresivamente estos alimentos, no solo por su efecto en la saciedad, sino también por su impacto positivo en la digestión y en la salud intestinal.
Retomar el ejercicio físico, mantener una buena hidratación y regular los horarios de sueño son también piezas fundamentales de la vuelta a la rutina
Optar por productos integrales en lugar de refinados, incluir legumbres al menos dos o tres veces por semana y asegurarse de que en cada comida principal haya una ración de fruta o verdura son gestos sencillos que marcan una gran diferencia. Además, recuperar la fibra favorece la regulación del apetito y contribuye a estabilizar los niveles de energía durante el día.
El tercer consejo apunta directamente a una de las tentaciones más comunes: lanzarse a una dieta restrictiva para compensar los excesos del verano. Según Farré, esta estrategia no solo es poco sostenible en el tiempo, sino que suele conducir a un efecto rebote y a una relación poco saludable con la comida. “Lo importante no es bajar de peso de manera acelerada, sino recuperar el equilibrio”, subraya la nutricionista. La clave está en priorizar una alimentación variada, rica en nutrientes y adaptada a las necesidades reales de cada persona. Retomar el ejercicio físico, mantener una buena hidratación y regular los horarios de sueño son también piezas fundamentales de este proceso.