Luis Miguel Real, experto en adicciones: ''Nadie se convierte en alcohólico de un día para otro. Esto no es una transformación repentina, es un proceso lento, progresivo y silencioso. Va por fases''

Una situación complicada

El psicólogo explicó que las personas con dependencia al alcohol atraviesan distintas etapas sin ser conscientes de ello

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Luis Miguel Real, psicólogo

Luis Miguel Real, psicólogo

Fuentes propias | Pexels

A lo largo de su trayectoria en redes sociales, el psicólogo Luis Miguel Real ha abordado todo tipo de cuestiones relacionadas con el amor propio, el crecimiento personal, la autoestima y el bienestar emocional. Aunque sus publicaciones sobre estos temas más generales tienen gran éxito y alcance, el experto está especializado en adicciones, por lo que gran parte de su contenido se centra también en estas dinámicas tóxicas.

En una de sus últimas publicaciones en X, plataforma anteriormente conocida como Twitter, el autor de No pienses en un oso verde y La mentira de la fuerza de voluntad explicó que las personas se vuelven alcohólicas como resultado de una transformación silenciosa, lenta y progresiva, de la que muchas veces no son conscientes.

Según Real, ser adicto al alcohol es el resultado de atravesar distintas fases: ''Todo empieza con la fase social o experimental. Bebes porque todos lo hacen. Porque es divertido, porque sueltas la lengua, porque la resaca aún te parece una anécdota graciosa. Aquí todo parece bajo control. Tomas lo que quieras, cuando quieras, y aún sientes que podrías parar sin problema. Pero ya estás jugando con fuego''.

Tras esta, llega la etapa de uso regular, cuando el alcohol empieza a estar presente en cenas y en fines de semana aburridos. Aunque todavía no parece grave, sus efectos comienzan a ser visibles en el cuerpo (cansancio, ansiedad, etc.), los cuales se intentan tapar con más alcohol. 

Un hombre reflexionando

Un hombre reflexionando

Pexels

A partir de ese momento, el consumidor desarrolla dependencia psicológica, dando lugar a la fase de abuso: ''Beber ya no es una elección, sino una rutina. No concibes ciertos momentos sin alcohol. Cada vez necesitas más para conseguir el mismo efecto. Te cuesta disfrutar sin beber. Aparecen problemas con el sueño, cambios de humor, discusiones con la pareja o la familia. Empiezas a prometerte que vas a bajar el ritmo... pero no lo haces. Y cada vez lo necesitas más para sentirte 'normal''.

Las personas adictas pasan del abuso a la dependencia y empiezan a beber para poder aguantar y soportar el malestar. Aunque saben que están enganchadas, no encuentran fuerzas para salir de esa situación. Si no hallan una solución, pasan directamente al deterioro, donde solo hay desgaste, culpa y vacío.

''El alcoholismo no avisa''

Tal como explicó el profesional de la salud, es común que las personas afectadas no noten el cambio de fases y que, poco a poco, caigan en una espiral tóxica de consumo. A modo de conclusión, el psicólogo advirtió que el alcoholismo no avisa, por lo que cada persona debe tomar conciencia y, si es demasiado tarde para prevenir la adicción, luchar por recuperarse a sí misma.

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