El verano es una de las estaciones más esperadas del año para la mayoría de la gente, debido a que los días son más largos y el buen tiempo invita a compartir más tiempo con amigos y familiares. Por ello, es más probable que entre las vacaciones, las quedadas y las celebraciones resulte casi inevitable no salirse de la rutina.

El verano es una de las estaciones del año para la mayoría de las personas.
Este cambio de hábito no solo es normal, sino que forma parte de una etapa asociada al verano. Sin embargo, después de las vacaciones, muchas personas se sienten mal consigo mismas al darse cuenta de que no han mantenido su rutina de ejercicio o de alimentación. Por eso, el nutricionista Pablo Ojeda, una de las voces más influyentes en el ámbito sanitario, ha hablado recientemente sobre esta culpa y cómo gestionarla.
Ojeda cuenta que el cuerpo está preparado para adaptarse, por eso, lo más importante es la actitud y cómo retomamos nuestra rutina después de las vacaciones. Este planteamiento es esencial, ya que gran parte de la población, al terminar el verano, tienden a sentir frustración al notar cambios en su cuerpo, como digestiones más pesadas, sensación de hinchazón o mayor fatiga.
El verano está hecho para desconectar y eso es salud emocional y social
“Si este verano te has pasado, no te sientas culpable. El verano está hecho para eso, para las cervecitas o el vermut antes de comer, para los helados de media tarde, para esas sobremesas largas en las que pierde la noción del tiempo,” afirma. “Y todo eso también es salud; salud emocional, social, momentos que te llenan el alma. Tu cuerpo está preparado para estos extras si luego vuelves a cuidarlo”, añade.
Estar rodeado de las personas que más queremos y desconectar de la rutina diaria, recalca Ojeda, también es salud, ya que desconectar y disfrutar son fundamentales para luego volver con energía. Y, una vez que retomemos la rutina, solo hay que escuchar al cuerpo y darle lo que necesita para volver a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Lo más común tras los excesos es padecer hinchazón, por lo que recomienda establecer una alimentación antiinflamatoria. “Tienes que darle al cuerpo lo que necesita; alimentación antiinflamatoria, hidratación y descanso. Y un pequeño reset para volver a tu mejor versión”, señala.
En este contexto, Ojeda recomienda apostar por cenas ligeras y fáciles de digerir. Esto no solo ayudará para la desinflamación, sino que contribuirá a una mejor calidad del sueño. “Cena algo ligero, fácil de manejar, unos días de detoxificación que te ayudarán a sentirte más ágil”, recalca.
Es fundamental marcarse un objetivo y buscar alternativas más saludables, limitando, en la medida de lo posible, los ultraprocesados y azúcares añadidos, y apostando por una dieta variada y equilibrada. Por ejemplo, una ensalada acompañada de pescado o huevo, una crema de verduras o una tortilla francesa con vegetales, son algunas de las opciones más recomendables. Además, beber suficiente agua es clave para reducir la hinchazón, pero sobre para mantener el cuerpo hidratado.