Luis Miguel Real, psicólogo: ''Callarte para evitar conflictos parece inofensivo, incluso maduro. Pero cuidado: ese hábito de tragarte lo que piensas tiene un precio. Y no es barato''

Una profunda reflexión

Luis Miguel Real, psicólogo

Luis Miguel Real, psicólogo

Fuentes propias

A lo largo de su trayectoria en redes sociales, el psicólogo Luis Miguel Real ha abordado numerosas cuestiones relacionadas con la salud mental, la autoestima, el amor propio y el bienestar emocional, con el objetivo de fomentar hábitos de vida más saludables y acercar la información a quienes no pueden permitirse acudir a terapia.

En una de sus últimas publicaciones en X, plataforma anteriormente conocida como Twitter, el terapeuta habló sobre una práctica muy común en la vida adulta: callarse para evitar conflictos y discusiones. Aunque explicó que esto podría parecer una señal de madurez, advirtió a su audiencia que puede derivar en problemas graves.

''Ese hábito de tragarte lo que piensas o sientes tiene un precio. Y no es barato. Porque cuando eliges callarte siempre, lo que estás eligiendo en realidad es la sumisión como forma de vida. Te haces pequeñito. Te adaptas. Te moldeas al gusto de los demás para que no se enfaden, para que no te juzguen, para que no te abandonen. Pero a cambio vas desapareciendo tú'', comenzó explicando el autor de No pienses en un oso verde y La mentira de la fuerza de voluntad.

Según explicó el experto, esa desatención personal no se nota al principio, ya que la persona empieza a ceder en cosas pequeñas. No obstante, se va acumulando y, cuando te quieres dar cuenta, llevas años apagando tus necesidades y diciendo que sí a todo para evitar tensiones. 

Un hombre reflexionando

Un hombre reflexionando

Pexels

''Te vuelves invisible hasta para ti. La gente no te respeta más porque no discutes, solo aprende que contigo puede salirse con la suya. Que no vas a plantar cara. Y eso, con el tiempo, te quema por dentro. Te hace vivir en una calma falsa, porque el conflicto sigue ahí, solo que lo estás tragando tú solito'', sentenció el creador digital, para luego señalar que decir lo que piensas no es ser conflictivo, sino consecuente y honesto con lo que te duele o te parece injusto. No es una cuestión de egoísmo, sino de salud mental.

Discutir es inevitable

A modo de conclusión, el experto defendió que, con el paso del tiempo, es inevitable que lleguen los malentendidos, las discusiones, las broncas, las pequeñas incomodidades y las malas caras. Por lo tanto, Real explicó que, si una persona cercana te quiere de verdad, te escuchará sin ponerse a la defensiva y no te juzgará por expresar tus pensamientos. Si por el contrario reacciona mal, no merece la pena mantener cerca a ese individuo.

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