Tiene un aspecto peculiar e inquietante, pero un sabor maravilloso. Su precio, no tanto... En todo caso, la gamba forma parte de nuestro recetario y quizá sea ahora, en los meses de calor, cuando más disfrutamos. En un arroz , en la fideuá o quizás solas para un aperitivo, las gambas encantan. Ahora bien, ¿son saludables? ¿Es bueno aprovechar su cabeza? ¿Se pueden congelar? ¿Es cierto que aportan colesterol?
Según la doctora Magda Carlas en el podcast Respostes que alimenten, la gamba es un crustáceo realmente nutritivo. “Tiene más de un 15% de proteínas de alto valor biológico, vitaminas, minerales como yodo y selenio, ácidos grasos omega-3 y muchos más nutrientes”.
Y en este sentido, la médico y nutricionista aporta un dato contundente: ” Alimentan más 100 gramos de gambas que 100 gramos de merluza”.
La gamba tiene proteínas de alto valor biológico, vitaminas, minerales, ácidos grasos omega-3 y más nutrientes”
Pero si hay algo de la gamba que despierta pasiones es la cabeza. Cuando estamos ante una sartén llena de gambas o nos las sirven solas con ajo y perejil, muchos de los comensales no pueden resistirse a cogerlas con los dedos, ponerse la cabeza en la boca y chuparlo.

Las gambas son muy interesantes nutricionalmente
A algunos, sin embargo, les echa atrás el color del zumo que sale. ” En la cabeza están todas las vísceras -explica la experta-, y de ahí que tenga un color más oscuro”. Si es recomendable o no chuparlo está en función de la dosis de gambas que comemos. “La cabeza de la gamba acumula sustancias que nos pueden traer problemas, como metales pesados. Por ejemplo cadmio”, explica la médica.
Y subraya: “Si comemos pocas gambas no hay ningún problema, pero si somos adictos, mejor que no chupemos la cabeza”.
Las cabezas de las gambas acumulan sustancias que pueden traernos problemas como los metales pesados. Si somos adictos, mejor no chuparlo”

Una buena opción para incorporar las gambas a la dieta de los niños es rebozarlas
Pese a su alto valor nutricional, la gamba es un alimento ligero. La doctora propone recuperar platos clásicos como el cóctel de gambas o rebozarlas para niños para incorporarlas a nuestra dieta habitual.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.