Seguramente en alguna ocasión hayas escuchado hablar sobre el mal olor de la orina tras comer espárragos. Pero, ¿por qué sucede esto? La encargada de dar respuesta a esta curiosidad ha sido la famosa nutricionista María de los Ángeles García García, conocida popularmente como Boticaria García o Marián García. La divulgadora científica se ha convertido en uno de los rostros más populares de las redes sociales gracias principalmente a su contenido sobre alimentación y estilo de vida saludable
Además, la experta también colaborada en diferentes medios de comunicación, en los que desmonta mitos nutricionales y promueve hábitos que contribuyen al bienestar físico y mental. En una de sus últimas publicaciones, la divulgadora ha querido explicar cuál es el origen de ese mal olor de la orina tras comer espárragos.
Los espárragos contienen una sustancia llamada asparagina, un aminoácido que se descompone en compuestos que contienen azufre. Uno de ellos es el metanotiol, que es el principal responsable de ese olor tan fuerte y característico. Y ese compuesto se elimina por la orina, lo que hace que el olor aparezca en tan solo unos minutos después de haberlos comido.
''El 90% de la población, cuando come espárragos, transforma el ácido asparagúsico en esos compuestos con olor mitad a huevo podrido mitad a mofeta tímida que emanan del pis. Se llaman compuestos volátiles sulfurados '', comenzaba diciendo la experta. Pero lo que muchos desconocen es que los espárragos verdes tienen más concentración de ese compuesto que los blancos. ''Los espárragos verdes crecen sobre la tierra, no debajo de ella como los blancos. Y los verdes, al estar más expuestos al sol, tienen más actividad metabólica y más concentración de compuestos mofeta'', explicaba.
Espárragos en Sant Llorenç del Munt.
¿Y qué ocurre con los espárragos en conserva? Pues según la especialista, ''la cocción degrada en parte los compuestos volátiles''. ''Los verdes de bote podrían seguir provocando un olor algo más intenso en el pis que los blancos. Pero la diferencia es mucho menos que si fueran frescos'', aclaraba.
Sin embargo, no todas las personas son capaces de percibir este olor. ''La buena noticia es que frescos o de bote aproximadamente la mitad de la población no tiene el gen con nombre de droide, OR2M7, que permite detectarlo. Oler el 'pismofeta' es una lotería'', aseguraba la nutricionista.

