El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Uno de los aspectos clave en este sentido es la depuración mental, además de mantener un equilibro con nuestras distintas rutinas habituales. Un elemento en el que se ha detenido Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales. La divulgadora y experta en salud emocional rescataba, mediante un vídeo compartido en TikTok, una profunda reflexión: “Poner límites no es perder gente, es dejar de perderte a ti”.
“Muchas personas tienen miedo de poner límites por si los demás se alejan, y es normal. Pero escucha bien esto, los límites no alejan a la gente, los límites filtran. Porque tú puedes decir, mira hoy no puedo quedar, necesito descansar. Y puede que alguien te responda, ¿en serio? ¿Es que estás hecha una sosa? Madre mía. Y ahí es cuando el límite hace su magia. Porque quien se enfada contigo, quien te descuida, nunca estuvo ahí para cuidarte”, exponía.
“En psicología cuando hablamos de vínculo sabemos que las personas que se quedan cuando marcas tus límites son las personas que te quieren de verdad. Las demás estaban por conveniencia, pero no por conexión, mucho menos por amor. Un límite no rompe una relación auténtica, solo rompe dinámicas que eran insanas. Cada vez que marcas un límite aclaras algo especial. Quién te respeta y quién no lo hace. Y qué tipo de relaciones estás construyendo”, sumaba.
El regreso de la intensidad
Ramírez también reflexionaba sobre la vuelta a la rutina: “Llega septiembre y todo el mundo quiere empezar con los grandes cambios. Hoy te invito a que empieces por pequeñas responsabilidades. Cuando queremos organizar nuestra vida o dar un gran cambio, tenemos que darle importancia también a los cambios secundarios, colaterales, fruto de esos grandes cambios. La idea de ir teniendo pequeñas acciones bajo control nos da seguridad y confianza para emprender cambios más ambiciosos”.
“Contesta la frase incompleta. Si viviera esta semana con mayor responsabilidad, entonces... A mí se me ocurren muchos finales. Entonces me acostaría antes, me pondría crema hidratante todas las noches, ordenaría la montaña de papeles que me come en la mesa del despacho, leería a diario... Atrévete tú a rellenar tu lista y empieza con lo sencillo”, insistía.


