La diferencia entre ansiedad y depresión no siempre es fácil de identificar. Sin embargo, entenderla es clave para poder pedir ayuda, tratar los síntomas de forma adecuada y comprender lo que realmente le ocurre a uno mismo o a alguien cercano.
En una de sus publicaciones más recientes en TikTok, plataforma donde suma miles de seguidores bajo el nombre @astridsalvatca, la psicóloga Astrid Salvat abordó esta distinción con una claridad que no ha pasado desapercibida.
“El principal error es pensar que son lo mismo”, advierte Salvat en su vídeo, que ya circula ampliamente entre perfiles interesados en salud mental y bienestar emocional. “Pero aunque pueden convivir, tienen síntomas, raíces y manifestaciones distintas.”
Dos trastornos distintos, pero que pueden convivir
“La ansiedad teme al futuro, la depresión sufre el presente”
Según explica, la ansiedad se caracteriza por una mente que no descansa: “Siempre estás pensando en lo que podría salir mal”. La persona con ansiedad tiende a estar en alerta constante, intentando anticiparse a lo que viene, con una necesidad de hacer, actuar y controlar todo lo que la rodea. “Predomina el miedo”, resume la experta.
En el extremo contrario, aunque muchas veces coexistente, está la depresión. “Todo pierde sentido, aparece la apatía, la tristeza, el vacío”, enumera Salvat. La energía se agota, no se desea hacer nada y el presente se vuelve una carga. Mientras la ansiedad es puro movimiento interno, la depresión puede dejar a la persona paralizada, sintiendo que ha perdido por completo el control sobre su vida.
En su publicación, la psicóloga señala también que la ansiedad “teme lo que pueda pasar”, mientras que la depresión “hace insoportable lo que ya está pasando”, con una fuerte conexión con el pasado. Esa diferencia temporal (uno enfocado en el futuro, el otro en el presente y el pasado) también marca el tipo de malestar que predomina.
Por otro lado, una de las ideas que más ha resonado es la advertencia de que ambas pueden coexistir. “Aunque parecen opuestas, la realidad es que puedes tener depresión y ansiedad al mismo tiempo”, señala Salvat.
Según dice, el miedo constante que provoca la ansiedad puede derivar en una profunda tristeza con el tiempo, y el vacío de la depresión puede aumentar los niveles de preocupación y miedo. El resultado es un círculo difícil de romper sin acompañamiento profesional. “Busca apoyo. Es un acto de valentía y de amor propio”, concluye la psicóloga.


