Una de las bebidas más consumidas en el mundo, sin duda, es el café. Para muchos, es indispensable para empezar la rutina, ya sea simplemente para disfrutarlo o para ayudar a sobrellevar una la larga jornada. Además, su amargo sabor y su aroma característico lo han convertido en un componente social, dónde nos acompaña en encuentros sociales, pausas del trabajo y momentos de descanso, convirtiéndose un aliado asociado tanto al placer como a su funcionalidad de mantenernos activos.
Aunque esta bebida tiene, en general, grandes beneficios, sus efectos pueden variar según la cantidad, el momento de consumo y la etapa de la vida, especialmente en las mujeres. Por eso, la médica Sara Marín, especializada en microbiota, ha compartido a través de sus redes sociales sus efectos: “Si te digo que el café no siente igual cuando tienes 20 que cuando tienes 50”, explica.
El café es una de las bebidas más consumidas entre las personas.
“Puede darte energía y concentración, pero a más de una taza al día, a algunas chicas les puede alterar el sueño y aumentar su ansiedad”, afirma. Esta diferencia tiene que ver con cómo el metabolismo y la sensibilidad a la cafeína cambian a lo largo de los años. En algunos casos, el café puede provocar hiperactividad y afectar el sueño. Por ello, la médica recomienda evitar tomar el café al menos seis horas antes de irse a dormir, para no interferir en la producción de melatonina.
Durante la etapa fértil, el café puede convertirse en un aliado perfecto para mantener las energías y la concentración. Por eso, Marín señala que “mejora el foco, el rendimiento y hasta el deporte. Además, le encanta tu microbiota, aumenta la cantidad de bacterias buenas y te aporta antioxidantes para que te mantengas joven”.
Aumenta la cantidad de bacterias buenas y te aporta antioxidantes para que te mantengas joven
Durante el embarazo y la lactancia, el cuidado con esta bebida debe ser aún mayor, ya que la cafeína puede afectar a la leche materna. Para quienes no quieren renunciar al café, la recomendación de Marín es “consumirlo de forma moderada, una taza al día, y si estás amamantando, tómalo justo después de amamantar”, señala.
En cuanto a la perimenopausia, la menopausia y la posmenopausia, el café vuelve a tener un rol positivo. Según la experta en microbiota, “puede mejorar el ánimo, darte esa energía extra”, aunque en algunas personas puede aumentar los sofocos, las palpitaciones o taquicardia”, señala. Además, un dato curioso que comparte es que incluso “puede ayudarte a prevenir la depresión y el Alzheimer”, recalca.
De hecho, hay evidencias científicas que respaldan estos efectos. Por ejemplo, el estudio de Harvard Coffe, Caffeine, and Risk of Depression Among Women, publicado en 2011, evaluó a 50.739 mujeres con una edad promedio de 63 años y encontró que aquellas que consumían mayores cantidades de café con cafeína tenían aproximadamente un 20% menos de desarrollar depresión en comparación con las que no consumían.
El estudio Higher Coffe Consumption Is Associated With Slower Cognitive Decline and Less Cerebral AB-Amyloid Accumulation Over 126 Months, en 2021 en Frontiers in Aging Neuroscience, analizó a 227 adultos y demostró que el consumo diario de café estaba asociado con una disminución del riesgo de desarrollar Alzheimer y deterioro cognitivo leve.
