El malestar digestivo —ya sea hinchazón después de una comida copiosa o episodios ocasionales de indigestión— puede resultar muy incómodo para cualquiera.
Aunque la medicina moderna ofrece tratamientos eficaces, existe un renovado interés por formas naturales de cuidar la salud intestinal. Desde hace siglos, hierbas y especias se han utilizado en la medicina tradicional por sus beneficios digestivos, y la ciencia moderna empieza a respaldar algunos de estos remedios ancestrales.
Estas cinco hierbas y especias se han relacionado con una mejor digestión. Esto es lo que dice la evidencia:
1. Menta
La menta (Mentha piperita) es una de las hierbas más conocidas para aliviar las molestias digestivas. Su compuesto activo, el mentol, relaja los músculos del intestino, lo que ayuda a reducir la hinchazón, los gases y el dolor abdominal. También puede disminuir la sensibilidad al dolor, combatir bacterias dañinas y calmar la inflamación.
Los ensayos clínicos muestran que las cápsulas de aceite de menta pueden aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII). Sin embargo, este aceite puede no ser adecuado para personas con reflujo ácido, ya que relaja el esfínter esofágico inferior —el músculo que impide que el ácido del estómago suba hacia la garganta—, lo que podría provocar acidez, especialmente con el estómago vacío. El té de menta es más suave y puede ofrecer beneficios similares.
2. Manzanilla
La manzanilla (Matricaria chamomilla) es famosa por sus efectos calmantes y también puede relajar el sistema digestivo. La infusión de manzanilla es una de las bebidas herbales más populares del mundo —se consumen alrededor de un millón de tazas al día— y desde hace mucho se utiliza para aliviar la indigestión, los gases, el malestar estomacal y la irritación intestinal.
La evidencia es mayormente tradicional, pero estudios en animales muestran que el extracto de manzanilla puede reducir las úlceras gástricas gracias a sus propiedades antioxidantes.
Un vaso de infusión de manzanilla.
También puede ser útil en niños: en un estudio, el 57% de los bebés que recibieron una infusión a base de manzanilla obtuvieron alivio del cólico en una semana, frente al 26% en el grupo placebo.
Otro ensayo halló que niños con diarrea leve se recuperaban más rápido con una mezcla de manzanilla (en combinación con otras hierbas). La manzanilla es en general segura, aunque algunas personas pueden ser alérgicas.
3. Semillas de alcaravea (Ajwain)
Las semillas de alcaravea (Trachyspermum ammi), o ajwain, son un básico en la cocina india y la medicina ayurvédica. Se han usado durante siglos para aliviar los gases y la hinchazón, probablemente gracias al timol, un compuesto que estimula al estómago a producir más ácido —a veces hasta cuatro veces más.
En estudios con animales, las semillas de alcaravea aceleraron el paso de los alimentos por el tracto digestivo, aumentaron la actividad de enzimas digestivas y favorecieron la secreción de bilis, que ayuda a descomponer las grasas.
También se ha visto un efecto antiespasmódico, relajando los músculos intestinales al bloquear receptores que normalmente desencadenan contracciones. Los datos en humanos son limitados, aunque su uso culinario se considera seguro. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben evitar dosis altas, ya que se han relacionado con riesgo de aborto.
4. Hinojo
El hinojo (Foeniculum vulgare) se mastica tradicionalmente después de las comidas en muchas culturas para refrescar el aliento y favorecer la digestión. Sus semillas son ricas en fibra insoluble, lo que ayuda a prevenir la acumulación de gases y la hinchazón. El NHS recomienda unos 30 g de fibra al día.
Semillas de hinojo
El anetol, principal compuesto activo del hinojo, es químicamente similar a la dopamina y relaja los músculos intestinales, un mecanismo confirmado en estudios de laboratorio. En un pequeño ensayo con personas con SII, el hinojo redujo el dolor abdominal tipo cólico, probablemente gracias a este efecto relajante.
El agua de hinojo, combinada con bicarbonato de sodio y jarabe para hacer gripe water, se ha usado durante mucho tiempo para aliviar los gases en bebés. Aunque los ensayos en humanos son limitados, su larga tradición de uso seguro respalda su papel en el cuidado digestivo.
5. Comino
El comino (Cuminum cyminum) también tiene una larga historia en el alivio de problemas digestivos. Estudios modernos sugieren que aumenta la actividad de enzimas digestivas, acelerando la descomposición de los alimentos. También estimula la liberación de bilis desde el hígado, lo que facilita la digestión de las grasas y la absorción de nutrientes.
Un estudio en ratas encontró que el comino redujo en un 25% el tiempo de tránsito de los alimentos por el tracto digestivo, probablemente debido a estos efectos enzimáticos y biliares. En un ensayo clínico con 57 personas con SII, el comino concentrado alivió significativamente los síntomas en solo dos semanas.
Las hierbas y especias no sustituyen el tratamiento médico, pero pueden complementar una dieta equilibrada y ofrecer un apoyo suave para problemas digestivos comunes. En cantidades normales son seguras en la cocina, aunque quienes tengan condiciones médicas o estén tomando medicación deberían consultar primero con un profesional de la salud.
Para muchos, sin embargo, una taza de té de manzanilla o una pizca de comino puede ser un sencillo —y sabroso— paso hacia una mejor salud digestiva.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.



