A todos nos gusta echarnos perfume. Este gesto mejora nuestra autoestima y confianza al hacernos oler bien; y además de hacernos sentir más seguros, ayuda a expresar nuestra individualidad y personalidad.
Los perfumes tienen la capacidad de evocar recuerdos y emociones gracias a la poderosa conexión del olfato con el sistema límbico en el cerebro. Sin embargo, existe un dato esencial que la gran mayoría desconoce: dónde hay que echarse el perfume para que huela todo el día.
Las zonas de pulso, claves para que el perfume nos dure todo el día
Echarse perfume puede ayudarnos con la autoestima
La dermatóloga Ana Molina ha desvelado la zona en la que debemos echarnos el perfume para que su intensidad se mantenga y para que no nos irrite la piel: los puntos de pulso. Se trata de las muñecas, el cuello, detrás de las orejas y en la clavícula.
“El calor natural de estas zonas ayuda a que la fragancia se libere poco a poco y dure más tiempo” asegura la dermatóloga, la cual desvela un truco para aquellas personas con pieles sensibles: rociar el perfume en la ropa o en el cabello.
Finalmente, Molina desvela el secreto para sorprender a todo aquel con el que nos crucemos: “Prueba la técnica del cloud, rocía el perfume en el aire frente a ti y camina a través de esa nube. Ideal si quieres un efecto envolvente pero ligero”.

