Jaume Rosselló, experto en crecimiento personal: “Muchas personas que aplican la ley de la atracción no obtienen resultados por arte de magia, sino porque se esfuerzan y trabajan hasta lograr su objetivo”

Crecimiento Personal

El escritor y editor Jaume Rosselló, al frente de la revista Integral y creador de Cuerpomente, y experto en desarrollo personal, aborda las verdades y mitos de la ley de la Atracción en su último libro, 'Si quieres, puedes'

Jaume Rosselló, experto en crecimiento personal

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A pesar de ser una idea con más de un siglo de historia, la ley de la atracción está hoy más presente que nunca. El mensaje sigue siendo el mismo: si quieres algo, visualízalo y lo tendrás. La forma ha cambiado: ahora esta ley conquista a las generaciones más jóvenes bajo los vision boards (tableros con imágenes o palabras que manifiestan lo que se desea) o el fenómeno viral en Tik Tok Lucky Girl Syndrome, que promueve la idea de que “si crees que eres una chica con suerte, el universo conspirará a tu favor”. Pero, ¿hay realmente evidencia científica detrás de todo esto? ¿De verdad atraemos lo que pensamos, deseamos y sentimos?

Lo que sí parece claro es que la ley de la atracción no atrae amores ni empleos soñados, sino dinero. Y no tanto para quienes la practican, sino para quienes la promueven. El mercado global del desarrollo personal, en el que la ley de la atracción tiene una fuerte presencia, supera los 40.000 millones de euros anuales en todo el mundo. El título que catapultó este fenómeno a la fama fue El Secreto, de la escritora australiana Rhonda Byrne. Desde su publicación en 2006 ha vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducido a más de 50 idiomas. En redes sociales, el fenómeno no muestra signos de agotamiento: el hashtag #Manifestación acumula más de 25.000 millones de visualizaciones, y #LawOfAttraction, más de 15.000 millones. Sin embargo, no todo es luz ni energía positiva: también se han documentado casos de abusos, estafas y líderes espirituales que han terminado en prisión tras lucrarse con cursos y retiros extremadamente caros.

El escritor y editor Jaume Rosselló,al frente de la revista Integral y creador de Cuerpomente, y experto en desarrollo personal, aborda este fenómeno en su último libro, Si quieres, puedes. Pese a lo que sugiere el título, no se trata de un manual para “manifestar” deseos, sino de un ensayo que, apoyado en estudios científicos y casos reales, busca distinguir qué hay de verdad y qué de mito en la llamada ley de la atracción. Desde La Vanguardia hablamos con él para entender por qué esta corriente sigue tan viva y qué riesgos puede esconder su aparente optimismo.

Jaume Rosselló, experto en crecimiento personal

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¿Cómo definiría la ley de la atracción?

Podríamos resumirla diciendo que lo que piensas, lo atraes. Esta idea se sostiene en tres pilares fundamentales: el poder del pensamiento, la importancia de las emociones y lo que llamamos el principio de resonancia, la idea de que “lo semejante atrae a lo semejante”.

El poder del pensamiento puede influir en el mundo material, sí, pero a niveles muy sutiles, de partículas elementales y de física cuántica, no en el plano del macrocosmos. Lo que no podemos decirles a los seguidores, a los fans o a todos los que amamos la magia de la vida, es que basta con pensar en un Ferrari y que el universo, como si fuera un repartidor de Amazon, aparecerá con el coche y nos preguntará: “¿De qué color lo quiere?”. No, no funciona así. El poder del pensamiento es enorme, y lo que podemos manifestar con él también lo es, pero no se trata de materializar unas vacaciones, una casa en la playa y un amor eterno como si fuera un pedido a medida.

Se calcula que el 95% de nuestros pensamientos son involuntarios, y de los que no lo son, el 80% son negativos

Jaume Rosselló,experto en desarrollo personal

¿Cuál cree que son los peligros de la ley de la atracción?

Imaginemos que alguien pierde su empleo y aparece el típico “entusiasta” de la ley de la atracción que le dice: “Bueno, esto lo has atraído con tus pensamientos negativos”. O que te pones enfermo y te sueltan: “Es que estás manifestando bloqueos emocionales, tus vibraciones están bajas”. Esto es devastador. Porque la ley de la atracción, cuando se defiende sin matices, puede hacernos sentir siempre culpables. Esa forma de pensar convierte el azar, la injusticia social o incluso la enfermedad —que puede tener causas psicosomáticas, pero no siempre— en una responsabilidad individual. El verdadero peligro de la ley de la atracción está ahí y en los abusos que se han cometido, especialmente en Estados Unidos. Un antiguo experto en marketing, James Arthur Ray, se convirtió en gurú del tema y acabó en prisión después de que tres personas murieran y otras dieciocho resultaran gravemente heridas. Todo ocurrió durante un retiro en el que los participantes debían caminar sobre brasas ardientes, junto a otras duras pruebas de supervivencia, bajo la promesa de que, si lo superaban, podrían manifestar sus deseos. Es una locura. Hay que entender que las cosas no funcionan así.

Jaume Rosselló, experto en crecimiento personal

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¿El pensamiento tiene el poder de cambiar la realidad?

Según los expertos en neurociencia, tenemos un pensamiento cada 1,2 segundos, lo que equivale a unos 60.000 al día. A lo largo de una vida, nuestras neuronas crean millones de conexiones, muchas de ellas automáticas. Se calcula que el 95% de nuestros pensamientos son involuntarios, y de los que no lo son, alrededor del 80% son negativos. Por eso debemos tener cuidado con cómo usamos nuestra mente, y centrarnos en lo que realmente puede ofrecernos nuestro cerebro, no en fórmulas mágicas que prometen cambiar la realidad solo con imaginarla. Hay que luchar día a día por aquello que queremos.

La ley de la atracción está de moda porque buscamos respuestas sencillas a problemas complejos

Jaume Rosselló,experto en desarrollo personal

¿Por qué cree que está tan de moda la ley de la atracción en la sociedad actual?

Es muy simple. Buscamos respuestas sencillas a problemas complejos. También hay algo muy humano detrás de todo esto: el deseo de sentir que tenemos el control sobre nuestra vida. Por eso frases como “tus pensamientos crean tu realidad” resultan tan atractivas; son fáciles de entender, reconfortantes y prometen poder personal. Y luego está el factor mediático. Cuando El Secreto se publicó en Australia y llegó a Estados Unidos, Oprah Winfrey lo presentó en su programa. A partir de ahí, se convirtió en un fenómeno mundial: estuvo más de cuatro años en la lista de bestsellers del New York Times. Con semejante exposición, es normal que tanta gente lo asumiera casi como una verdad universal. Aun así, aunque me toque el papel incómodo, creo que alguien tenía que decirlo y mostrar los matices de esta ley.

¿Cuáles son esos matices?

Te lo mostraré con un ejemplo. Se ha hablado mucho de los supuestos éxitos de la ley de la atracción. Uno muy conocido es el caso de Jim Carrey, el actor de la película La máscara. A finales de los años 80, Carrey se escribió a sí mismo un cheque por 10 millones de dólares, fechado cinco años después. Y, efectivamente, a finales de los 90 pudo cobrar esa cantidad. Sin embargo, lo que casi nunca se cuenta es el contexto: todo el trabajo que hizo ese actor, entonces prácticamente desconocido, para conseguir papeles en el cine y abrirse camino en una industria tan competitiva. Todo el esfuerzo, la disciplina y la perseverancia que hubo detrás de ese supuesto “milagro”. Y lo mismo ocurre con muchas personas que dicen aplicar la ley de la atracción: no es que la magia funcione, sino que se esfuerzan, trabajan, se preparan y mejoran en su empleo, en sus proyectos o en sus relaciones.

La visualización es una herramienta poderosa cuando se usa con propósito y disciplina

Jaume Rosselló,experto en desarrollo personal

¿Cree que visualizarse teniendo éxito puede ayudar a una persona a mejorar en el trabajo?

Sí, siempre que vaya acompañado de trabajo interior y de acción. Porque eso es algo que los defensores de la ley de la atracción mencionan a menudo, aunque muchas veces con un enfoque casi mágico, como si fuera “magia potagia”. Dicho esto, hay elementos de la llamada ley de la atracción que sí pueden ser útiles. La visualización, por ejemplo, es una herramienta poderosa cuando se usa con propósito y disciplina. De hecho, la emplean la mayoría de los entrenadores deportivos —desde el fútbol hasta el atletismo— para ayudar a los deportistas a imaginar el recorrido hacia el éxito, a prepararse mentalmente para alcanzar sus metas y a reforzar la confianza en sí mismos.

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¿Cuál es su opinión sobre los gurús, especialmente del ámbito financiero, que aseguran que “si quieres, puedes hacerte millonario” o construir una gran empresa?

Hay una manera muy sencilla de detectar si actúan con bondad o solo quieren lucrarse económicamente: observar si asumen alguna responsabilidad real por lo que enseñan y, sobre todo, si piden dinero o no. Si sus actividades son gratuitas y buscan un beneficio común, ya es un buen signo. Pero si lo que hacen está orientado principalmente al lucro, conviene desconfiar.

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