Millones de personas en todo el mundo viven con dolores de cabeza recurrentes, migrañas o cefaleas tensionales que afectan, de manera inevitable, su calidad de vida. Aunque algunas se someten a estudios médicos y tratamientos de todo tipo, muchas nunca llegan a descubrir la verdadera causa de su malestar físico.
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la fisioterapeuta Sofía Borrego destacó que, en muchas ocasiones, el origen de los dolores de cabeza puede estar en la mandíbula. Numerosos profesionales de la salud han señalado que la tensión acumulada en esta zona, derivada del estrés, el bruxismo o una mala postura, puede irradiar dolor hacia la cabeza, por lo que la divulgadora científica decidió profundizar en el asunto.
''¿Sabías que la mandíbula puede ser la responsable de tu dolor de cabeza? La mandíbula y la cabeza se relacionan entre sí a través de los principales músculos masticatorios, el masetero y el temporal. Estos músculos se interconectan entre sí a través de unos tendones justo por debajo del pómulo'', comenzó explicando la experta.
A continuación, Borrego añadió que, si una persona padece bruxismo o acumula mucha tensión en la mandíbula, no solo sentirá dolor en esta parte de la cara, sino que también puede sufrir dolores de cabeza, especialmente en las zonas donde se inserta esta musculatura: las sienes, la frente y el área sobre los ojos.
Una mujer sufre dolor de cabeza.
Antes de terminar su intervención en el vídeo, la joven especialista animó a todos aquellos que presentan estos síntomas a pedir cita con un profesional, con el objetivo de mejorar su bienestar físico y emocional y no resignarse a vivir con dolor.
¿Cuánto tiempo pasas en el baño?
En otra publicación reciente que compartió en la famosa plataforma de color rosa, la fisioterapeuta, que también está especializada en suelo pélvico, preguntó a sus seguidores cuánto tiempo pasan en el baño, dejando claro que lo ideal es no superar los cinco minutos en el inodoro.
''Cuando estamos más de 20 minutos sentados en el váter, el periné empieza a sufrir, ya que la posición que se adopta suele favorecer el abombamiento del suelo pélvico y la musculatura se relaja. Esto provoca que la presión empiece a recaer sobre las vísceras y, si se repite constantemente, puede derivar en prolapsos. Además, pasar demasiado tiempo en el retrete puede afectar el reflejo de defecación, porque el cuerpo se malacostumbra a estar en el váter sin hacer nada'', sentenció la creadora digital.
