Una nueva moda con la cafeína está arrasando en las redes sociales —y no hace falta hervidor. Las bolsitas de cafeína prometen un golpe rápido y discreto de energía sin tener que preparar café ni abrir una bebida energética.
Pero aunque parezcan un estimulante inofensivo, los expertos advierten de que conllevan riesgos reales, especialmente para los adolescentes y las personas con problemas de salud previos.
Estas bolsitas funcionan y se presentan de forma muy similar a las de nicotina o al snus. Cada pequeño sobre con forma de almohadilla contiene cafeína micronizada, aromatizantes y, a veces, hierbas o vitaminas.
Basta con colocar una bajo el labio para que la cafeína se absorba directamente a través de las encías hacia el torrente sanguíneo, sin pasar por el sistema digestivo. ¿El resultado? Un chute de energía que llega mucho más rápido que con una taza de café o té.
Como se recoge en este estudio, la cafeína nos estimula bloqueando la adenosina, una sustancia química del cerebro que nos hace sentir somnolientos.
Saquitos de cafeina
Desde hace siglos, la gente ha recurrido al café, el té o las bebidas energéticas para mantenerse despierta, concentrada y mejorar el rendimiento.
Las bolsitas simplemente ofrecen un atajo sin manos y sin derrames. Algunos deportistas o trabajadores por turnos valoran su comodidad, mientras que los atletas aprecian la capacidad de la cafeína para aumentar la resistencia al reducir la percepción de fatiga y dolor.
Su diseño discreto también resulta atractivo para los adolescentes, que pueden usarlas para mantenerse alerta en clase o durante los exámenes.
Eso preocupa a los expertos: algunos temen que estas bolsitas sean una puerta de entrada a la nicotina u otros estimulantes, y hay jóvenes que incluso las combinan con bolsitas de nicotina, duplicando la carga de estimulantes. TikTok ha disparado su popularidad, con influencers mostrándolas en aulas, gimnasios o sesiones de videojuegos.
Potentes bolsitas en miniatura
Según la marca, cada bolsita puede contener entre 25 mg y más de 200 mg de cafeína. Para comparar: una taza de café instantáneo tiene unos 100 mg, una de té 75 mg y una lata de refresco de cola alrededor de 40 mg. Es decir, algunas bolsitas concentran la cafeína de dos tazas de café en una sola dosis.
¿Cuánta cafeína es demasiada? En adultos sanos, el límite recomendado es de unos 400 mg diarios. En mujeres embarazadas, se aconseja no superar los 200 mg al día, ya que un consumo mayor puede aumentar el riesgo de complicaciones como bajo peso al nacer o pérdida del embarazo.
Cafeína
En el caso de los niños, los datos son escasos, pero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda un límite de 3 mg de cafeína por kilo de peso corporal, lo que equivale aproximadamente a entre 45 y 150 mg diarios, según la edad y el tamaño. Los cuerpos más pequeños y en desarrollo son más sensibles a los efectos de la cafeína.
Una sola bolsita con 200 mg de cafeína puede hacer que un adolescente supere con creces ese límite. Y como el organismo la absorbe tan rápido, los efectos secundarios —como nerviosismo, ansiedad, insomnio o palpitaciones— pueden ser más intensos.
La cafeína puede ofrecer un subidón momentáneo, pero también altera el sueño, favorece el cansancio acumulado y puede generar dependencia.
¿Quiénes corren más riesgo?
El consumo moderado de cafeína es seguro para la mayoría de los adultos, pero ciertos grupos son más vulnerables. Las personas con trastornos de salud mental pueden ser especialmente sensibles.
Al bloquear la adenosina y aumentar la dopamina, la cafeína puede agravar la ansiedad o los episodios psicóticos, e incluso incrementar el riesgo de recaída en enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
También puede hacer que otras sustancias adictivas resulten más gratificantes, lo que podría favorecer el desarrollo de adicciones. Aún no hay suficiente evidencia científica para establecer un límite seguro en estos casos.
Quienes padecen problemas cardíacos también deben ser cautelosos. La cafeína eleva temporalmente la frecuencia cardíaca y la presión arterial, ejerciendo un estrés adicional sobre el corazón. Algunas personas sufren palpitaciones, y los deportistas que combinan altas dosis de cafeína con ejercicio intenso pueden tener un riesgo mayor de sufrir complicaciones cardíacas.
Problemas cardíacos
Los casos extremos son raros, pero se han documentado muertes relacionadas con la cafeína, normalmente por suplementos o productos altamente concentrados, un recordatorio de lo potente que puede ser este estimulante tan común.
Un vacío legal
En el Reino Unido, las bolsitas de cafeína se encuentran en una zona legal gris. No se consideran ni alimento ni medicamento, por lo que no están sujetas a controles de seguridad ni normas de etiquetado. Los consumidores no siempre saben cuánta cafeína están ingiriendo ni qué otros ingredientes contiene el producto.
Los expertos en salud piden etiquetados más claros y restricciones de edad, especialmente porque muchas marcas utilizan sabores afrutados y envases coloridos que resultan atractivos para los más jóvenes.
Las bolsitas de cafeína pueden ser modernas y cómodas, pero su rápida absorción y alta potencia facilitan superar los límites seguros, sobre todo en adolescentes.
Una bolsita ocasional probablemente no cause daño a la mayoría de los adultos, pero no son una alternativa inocua al café o al té. Como con cualquier estimulante, la moderación no solo es sensata: es esencial.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.



