Seguro que alguna vez has escuchado el dicho ''se coge antes a un mentiroso que a un cojo''. A lo largo de nuestras vidas, todos hemos recurrido alguna vez a la mentira o hemos sido víctimas de alguien que miente de forma habitual.
Seamos conscientes o no de lo que sucede a nuestro alrededor, es fundamental saber identificar a estas personas que tienen por costumbre mentir. No solo para protegernos a nivel emocional, sino también para mantener y construir relaciones saludables basadas en la comunicación y la confianza. Por esta razón, la psicóloga Silvia Severino ha querido compartir en sus redes sociales cincos señales claves para identificar a estas personas.
A través de un test de 'persona mitómana' que publicaba en su perfil de TikTok, donde acumula casi 600.000 seguidores, la experta advertía de forma tajante que observar más de tres señales podría indicar que estamos frente a alguien que miente compulsivamente. En primer lugar, la especialista aseguraba que si cambia los detalles de sus historias cada vez que las cuenta, podría ser una persona mitómana. ''Si le preguntas lo mismo dos veces, nunca responde igual'', añadía.
Según la psicóloga, estas personas también se inventan logros, experiencias o dramas por dos motivos: ''Para llenar la atención o generar admiración, y a menudo incluso acaban creyéndose sus propias mentiras''. Asimismo, los mentirosos compulsivos reaccionan ''con exageración cuando los confrontas, se ofenden, se victimizan o intentan cambiar de tema''.
Mentir en grupo siempre deja mejor conciencia que hacerlo en solitario
Por otro lado, los mitómanos, según Severino, usan la mentira como refugio emocional. ''Mienten no solo para engañar, sino para sentirse mejor consigo mismos'', afirmaba. Y por último, la especialista desvelaba que les cuesta mantener relaciones estables porque ''la verdad siempre acaba saliendo a la luz''.
En otra de sus publicaciones, la psicóloga revelaba las siete personas que jamás deberíamos perdonar. ''Los que traicionan tu confianza más profunda; los manipuladores tuercen las palabras y te hacen dudar de tu propia realidad; el amigo envidioso; los que explotan tu bondad; los mentirosos constantes, ya que cuando las palabras pierden valor, el respeto muere, y los que disfrutan con tu dolor. Si alguien se alimenta de tu dolor, de tus heridas, nunca mereció un lugar en tu vida'', afirmaba.

