La alimentación es un mundo lleno de curiosidades, misterios, descubrimientos y, sobre todo, platos deliciosos. Cada cultura tiene una forma distinta de comer, usando distintos ingredientes y métodos de elaboración. Sin embargo, algunos de ellos podrían comportar algún que otro problema a la hora de consumirlas. Una de las grandes cuestiones es el equilibrio de alimentos, y cómo podemos integrar en nuestro cuerpo la mayor cantidad de elementos posible.
A menudo, se ha intentado evitar los ingredientes “demasiado calóricos”, con la intención de mantener una cifra redonda que sacie el apetito sin pasarse. Sin embargo, existen alimentos que, en cantidades prácticamente microscópicas, pueden convertirse en un gran aliado de nuestra salud. Tal es el caso de los frutos secos, y uno de sus grandes defensores es un conocido actor y exculturista: el elegido siete veces Mister Olympia, Arnold Schwarzenegger.
Arnold Schwarzenegger en la Comic-Con de Málaga
“Comer frutos secos como parte de una alimentación saludable puede ser bueno para el corazón. Los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes. Y son una excelente colación. No son caros, y son fáciles de almacenar y de empaquetar para llevar a cualquier lugar. Un inconveniente es que algunos pueden ser ricos en calorías. Por eso es importante limitar las porciones. Sin embargo, pueden ayudar a que sigas una dieta saludable para el corazón”, describe la Mayo Clinic.
“Alargan la vida e incluso ayudan a mantener un peso saludable”, expresaba el estadounidense en una entrevista de archivo. En cuanto a sus capacidades, un análisis con 86 ensayos aleatorios demostró que los frutos secos no están directamente relacionados con un aumento de peso, a pesar de su elevado contenido calórico. Más sorprendente todavía, algunos de los participantes en las pruebas presentaban una menor cantidad de grasa corporal.
Frutos secos
Salud en pequeñas dosis
Esta situación, según los investigadores, podría estar relacionada con la mezcla de proteínas, fibra y grasas saludables que incorporan dichos frutos secos. Estos ayudan a mantenernos saciados, consumiendo otros alimentos más perjudiciales. Múltiples estudios han concluido que una toma diaria de 30 gramos puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas en un 20%, el riesgo de muerte general en un 7% y el de muerte por enfermedad cardiovascular en un 18%.
Del mismo modo, más 570.000 personas fueron participes de estos descubrimientos, que también afectaban el cuerpo a nivel circulatorio. Una revisión de más de 100 ensayos clínicos constató que los frutos secos pueden llegar a reducir el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos de forma significativa.


