Jordi Olloquequi, biólogo: “Si te encuentras con un conocido por la calle y habláis cinco minutos, ya es muy importante para el cerebro. Estás favoreciendo mecanismos de neuroplasticidad”

'La primera pedra'

El profesor de la Universidad de Barcelona explica los beneficios de la estimulación cerebral para combatir las enfermedades neurodegenerativas

Jordi Olloquequi, biólogo: “Si te encuentras con un conocido por la calle y habláis cinco minutos, ya es muy importante para el cerebro. Estás favoreciendo mecanismos de neuroplasticidad”

Jordi Olloquequi, biólogo: “Si te encuentras con un conocido por la calle y habláis cinco minutos, ya es muy importante para el cerebro. Estás favoreciendo mecanismos de neuroplasticidad”

Cuando hablamos de antiedad, nos vienen a la mente productos cosméticos con más marketing que base científica. Pero el deterioro cognitivo del cerebro puede combatirse con simples hábitos saludables que, de hecho, “también son placeres, como dormir o las relaciones sociales”.

El doctor en biología celular Jordi Olloquequi defiende en La primera pedra de RAC1 que existen prácticas muy beneficiosas para el cerebro que no resultan tan costosas como el deporte o mantener una dieta estricta: “Son importantísimos y, para mí, son fuentes de placer”.

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El profesor de la Universidad de Barcelona no solo nos da el consejo, sino que detalla la explicación técnica: “Mientras estamos descansando, se activan toda una serie de procesos bioquímicos que contrarrestan el efecto del envejecimiento”. 

Explica que, sobre todo, si dormimos las horas necesarias y sin interrupciones, “se reparan las lesiones que nuestras neuronas han acumulado durante el día en su ADN”. Una actividad fácil y satisfactoria que muchas personas subestiman en el cuidado de la salud a largo plazo.

Dormir

Dormir

Getty Images/iStockphoto

Esa es, precisamente, una de las grandes reivindicaciones de su nuevo libro Antiaging para el cerebro, en el que también propone otra práctica beneficiosa que no tiene por qué suponer un sacrificio: la socialización, cuya función es estimular el cerebro. 

En este caso, distingue entre dos tipos de relaciones: las superficiales y las profundas. “Si te encuentras con un conocido por la calle y habláis cinco minutos, ya es muy importante para el cerebro. Estás favoreciendo mecanismos de neuroplasticidad”.

Paralelamente, los vínculos más íntimos —como las parejas, la familia o los verdaderos amigos—, de entrada, “reducen nuestro estrés porque nos dan una sensación de seguridad”. El doctor se refiere a la tranquilidad que produce saber que hay alguien que estará ahí cuando lo necesites.

Por otro lado, también hay personas solitarias que no obtienen el mismo beneficio de las relaciones sociales. Pero existen alternativas: “Es tan fácil como tener un perro; hay algunos estudios científicos que demuestran que tener mascotas, y en concreto perros, es neuroprotector”.

En la misma línea, habla del aislamiento social como un factor de riesgo “importantísimo” a la hora de desarrollar enfermedades neurodegenerativas: “Algunos estudios lo sitúan al mismo nivel que el tabaquismo”. Por lo tanto, la salud mental y nuestros hábitos sociales impactan directamente en la salud física y cognitiva.

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Sudoku

FRANK MAY / EFE

Además, desmonta un gran mito sobre los videojuegos, una de las distracciones habituales de los más jóvenes. Lo hace a partir de su propia experiencia: “Cuando yo jugaba, pensaba que estaba perdiendo el tiempo, que era un entretenimiento vacío, y me sentía culpable”. 

Pero ahora Olloquequi reivindica que los videojuegos son un gran aliado para agilizar el cerebro y “ponen en funcionamiento la maquinaria cerebral relacionada con la orientación espacial o la coordinación motora”.

En un nivel similar sitúa los sudokus. Ahora bien, advierte que todos estos pasatiempos deben suponer un reto y que, cuando se vuelven demasiado fáciles, dejan de ser tan útiles: “Si son actividades que tenemos muy automatizadas porque las hacemos mucho, nuestro cerebro está en su zona de confort, y le gusta que lo saquen un poco de ella”.

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El especialista en biología celular ilustra el comportamiento de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, como un “envejecimiento acelerado y exagerado del cerebro”. Es decir, el envejecimiento es un proceso fisiológico natural, pero en estos casos “varía el grado: se produce de una forma mucho más intensa”. De esta manera, apunta que “las bases del envejecimiento normal son las mismas”.

Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.

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