“Cuando me preguntan un dato curioso sobre mí, siempre cuento que mis días giran en torno al café y que nunca bebo café malo. Si estoy de viaje, lo primero que hago es localizar una cafetería donde sirvan uno de verdad”, confiesa Lola Montes, farmacéutica, nutricionista y experta en salud hormonal femenina. Como muchas otras personas, no concibe empezar el día sin ese primer sorbo de café por la mañana.
Montes se ha consolidado como una de las voces más reconocidas en el ámbito del bienestar femenino. La nutricionista combina ciencia y práctica cotidiana para ayudar a las mujeres a comprender su ciclo hormonal, optimizar su energía y vivir con mayor equilibrio. No sorprende, por tanto, que haya dedicado una sección completa al café en su último libro, Radiance. Porque, aunque se trate de una bebida cotidiana, la forma en que la consumimos puede marcar una gran diferencia en nuestros niveles de energía a lo largo del día.
Para muchos, el día no empieza hasta que dan el primer sorbo de café por la mañana
Defensora declarada de este “despertador líquido”, Montes recuerda que varios estudios respaldan sus posibles beneficios para la salud, pero advierte que no todas las mujeres reaccionan igual ante una taza de café. “Puede tener efectos distintos en función del metabolismo, del nivel de estrés y del momento del ciclo menstrual”, explica.
El café puede tener efectos distintos en función del metabolismo, del nivel de estrés y del momento del ciclo menstrual
La experta subraya la importancia de escuchar al propio cuerpo. Aunque la teoría sea útil, recuerda que cada persona es distinta y que de poco sirve aplicar conocimientos si el cuerpo no los tolera bien. “Si necesitamos el café para tener la energía que deberíamos generar de forma natural, conviene dejarlo un tiempo hasta que el cuerpo recupere su vitalidad sin depender de él”, advierte.
También sugiere prestar atención a las señales digestivas, especialmente durante las distintas fases del ciclo menstrual: “Si provoca diarrea o malestar, puede que no sea la mejor opción, especialmente durante la menstruación, cuando el intestino tiende a estar más sensible”.
La experta recomienda observar cómo responde el cuerpo al café
Montes subraya además la estrecha relación entre el café y el cortisol, la hormona del estrés. “Para muchas mujeres, tomar café en ayunas puede elevar el cortisol y afectar la energía durante el día”. Por esta razón, recomienda beberlo después del desayuno o, si se toma antes, añadir dos cucharadas de colágeno para equilibrar la respuesta hormonal.
Para muchas mujeres, tomar café en ayunas puede elevar el cortisol y afectar la energía durante el día
Montes explica que este detalle cobra especial importancia en la fase premenstrual, cuando conviene cuidar los niveles de cortisol para favorecer la producción de progesterona y prevenir síntomas del síndrome premenstrual como irritabilidad, dolor, hinchazón o cambios de humor.
Durante esos días, la especialista propone consumir alternativas más suaves, como el matcha o el cacao. También recuerda la importancia de elegir café de calidad y evitar cápsulas o vasos de plástico, ya que pueden contener disruptores endocrinos capaces de alterar el equilibrio hormonal.
La especialista concluye que es importante aprender a disfrutar del café como un placer y no como una necesidad, y hacerlo siempre sin alterar el equilibrio hormonal.


