Isabel Belaustegui, nutricionista: “Cuando estamos en ayunas o cuando comemos alimentos ricos en grasas, cambian las clavijas del metabolismo y se orienta la energía a la quema de grasa”
'A lo Grande'
La divulgadora exponía el sistema de uso de energía que nuestro cuerpo usa para distintas funciones
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Isabel Belaustegui
El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
En el aspecto físico, la alimentación saludable y el ejercicio regular son las claves más destacadas, pero a menudo cuesta mantener buenos hábitos durante un periodo extendido de tiempo. Sin embargo, esto puede reducirse a pequeños detalles, que después resultan en diferencias muy significativas. Uno de ellos lo presentaba la nutricionista Isabel Belaustegui, destacando una capacidad del cuerpo para asignar donde sea necesaria la energía que consumimos.
“Cuando tenemos flexibilidad metabólica, podemos recurrir a la glucosa o a la grasa según las circunstancias. Si hemos comido y si hemos comido alimentos ricos en carbohidratos, el pan, la pasta, las galletas, la verdura, utilizamos la glucosa para obtener energía y aplicarla en las funciones vitales. Cuando estamos en ayunas o cuando comemos alimentos ricos en grasas, entonces cambian las clavijas de toda esta maquinaria que es el metabolismo y se orienta la obtención de energía a la quema de la grasa”, comentaba en el podcast A lo grande.
“Cuando tomamos el aguacate, el aceite de coco, el aceite de oliva virgen extra y qué sucede, que eso nos da una energía estable, nos ayuda a comer menos veces al día, a poder estar en ayunas sin sufrir sin bajones, sin estar ansiando un alimento. Esta flexibilidad metabólica tan valiosa la hemos heredado, es parte de nosotros y sin embargo con lo que hacemos cada día en este mundo moderno, una dieta como dices tú, basada en la glucosa, una sociedad sedentaria y estresada, esto está llevando a la pérdida de flexibilidad metabólica”, sumaba.
Arranque triunfal
“Personas que lo notan porque tienen que comer cada pocas horas, porque no pueden hacer nada por la mañana sino un desayunado. Es como que hay que enchufar el móvil constantemente para tener batería. A pesar de los esfuerzos que hacen, no consiguen bajar de kilos o quemar esa grasa acumulada. Los típicos michelines que se quedan ahí resistentes a pesar de todo lo que hagamos. Y en esta pérdida de flexibilidad metabólica nos llevamos de la mano un descontrol de la inflamación”, recalcaba.
“Desayunar, nada más levantarnos, nos lleva a esa pérdida de flexibilidad metabólica. Si retrasamos un poquito, aunque sea el momento del desayuno, eso ayuda muchísimo, porque vamos a estar en ayunas ya funcionando y vamos a obligar a nuestro organismo a recurrir a su energía de reserva, que está guardada, ¿dónde? En la grasa. Entonces ahí empezamos a metabolizar esa grasa que tenemos almacenada en forma de reserva”, expresaba en otro vídeo.