Las personas tendemos a pensar que andar descalzo no es recomendable para la salud, sobre todo, por esa creencia popular que afirma que 'andar descalzo puede provocar un resfriado'. No obstante, esa frase ha sido catalogada como un mito por muchos profesionales de la salud. Lo cierto es que, bajo determinadas condiciones, caminar descalzo puede aportar beneficios.
Así lo explicaba la dermatóloga Ana Molina en una de sus últimas publicaciones. ''Andar descalzo por casa puede ser una de las mejores cosas que hagas por tu cuerpo y por tus pies. No se trata de una moda ni de 'postureo zen'. ¡La ciencia lo avala!'', comenzaba diciendo en su perfil de Instagram.
Según la experta, cuando andamos descalzo activamos los más de cien músculos, tendones y ligamentos que forman el pie. ''Lo que mejora el equilibrio, la postura y la propiocepción porque tus pies mandan señales al cerebro sobre cómo estás apoyando el cuerpo'', aseguraba. El problema, según Molina, es que los pies pasan mucho tiempo encerrados en los zapatos. ''Y la mayoría no respetan la forma natural del pie'', añadía.
Por este motivo, hay que tener en cuenta que los zapatos de punta estrecha deforman los dedos y pueden causar juanetes; los de tacón alteran la alineación de todo el eje corporal y sobrecargan las rodillas; las chanclas obligan a los dedos a ''agarrarse'' para no perderlas. ''Cuanto más tiempo pasemos con este calzado, menos trabajan nuestro pies y más se resiente nuestra postura'', advertía.
Andar descalzo por la arena de la playa
La buena noticia, según Molina, es que cuanto más contacto directo tengas con el suelo -aunque sea el de tu casa-, más fuerte y estable se vuelve tu cuerpo. Además, la experta sorprendía a sus seguidores con unos consejos para cuidar los pies. ''Camina descalzo unos minutos al día, al menos por casa. Empieza poco a poco y notarás la diferencia'', aseguraba.
En segundo lugar, la dermatóloga aconsejaba usar calcetines antideslizantes de cinco dedos o calzado minimalista flexible. para combatir el frío en casa. Por último, lanzaba un reto: ''Ponte los calcetines de pie, a la pata coja, sin apoyarte. Así trabajarás el equilibrio cada día''. Eso sí, la experta advertía que en gimnasios, piscinas o duchas públicas es mejor usar protección para evitar ''contagios de verrugas, hongos o bacterias''.

