Un estilo de vida saludable depende de tres pilares: una alimentación variada y equilibrada, la práctica regular de ejercicio y un buen descanso. Estos hábitos representan la clave para mantener al organismo en plena forma, evitar diversos tipos de enfermedades y procurar una mayor esperanza de vida y que esta sea de calidad. La Universidad de Harvard también destaca otros dos aspectos fundamentales, capaces de influir en gran medida en el bienestar de las personas: evitar el tabaco y limitar la ingesta de alcohol al mínimo. En lo que respecta a los tres hábitos principales, cada uno de ellos cumple con un papel importante. Por un lado, la nutrición que recibe el cuerpo resulta imprescindible para que este obtenga tanto la energía como los nutrientes necesarios para su funcionamiento, su desarrollo y su recuperación.
En lo que se refiere a ejercitarse de manera habitual, este hábito es un gran aliado de la salud. Gracias a esto, la salud física y mental mejoran, se previenen enfermedades como la diabetes, aumenta la energía, se fortalecen los músculos y los huesos, se produce un control más eficiente del peso y se reduce la ansiedad y el estrés, entre otros. Además, los ejercicios aeróbicos y de fuerza benefician al sistema cardiovascular, tal y como destaca el cardiólogo José Abellán, que recomienda incluir ambos en la rutina deportiva. También es vital asegurarse de proporcionarle al cuerpo un descanso adecuado, durmiendo las horas necesarias y no excediéndose en la práctica de ejercicio.
En ocasiones, alguno de estos pilares suele imponerse sobre el resto, según los objetivos que cada persona busque alcanzar. “Si quieres perder grasa, la principal palanca es la alimentación; para ganar músculo, la clave es el entrenamiento”, explica Marcos Vázquez, experto en fitness y divulgador de salud. Por lo que es importante tener en cuenta en qué hay que centrarse según cada caso.
¿Cómo priorizar los hábitos saludables según cada objetivo?
Las personas que quieran perder grasa han de enfocarse en la nutrición, no sin dejar de lado el entrenamiento y el descanso, claro. “Si quieres perder grasa, la principal palanca es la alimentación. Reducir tus calorías de manera inteligente es la forma más rápida de lograr este objetivo”, señala Marcos Vázquez.
¿Y qué sucede cuando la meta es aumentar la musculatura del cuerpo? “Para ganar músculo, sin embargo, la clave es el entrenamiento. Ninguna dieta, por buena que sea, te hará ganar masa muscular si no entrenas fuerza”, reconoce el experto.
Estos dos casos podrían considerarse como algo puntual, ya que lo ideal a largo plazo consistirá en mantener un equilibrio entre nutrición, entrenamiento y descanso. Esto será la llave para optimizar la salud del organismo durante toda la vida.


