A la gran mayoría nos ha pasado alguna vez: acudimos al gimnasio para entrenar y nos encontramos con personas consumiendo batidos proteicos justo después del entreno. ¿Es realmente necesario? Bajo el punto de vista del cardiólogo Aurelio Rojas la respuesta es que no, tratándose de un mito que se ha extendido por la sociedad con el paso de los años.
”Durante años pensamos que había que comer justo después de entrenar pero la ciencia hoy nos dice otra cosa” comienza afirmando el experto en un vídeo publicado en su perfil de Instagram. El cardiólogo asegura que después de entrenar los músculos están más sensibles a los nutrientes, pero dicha sensibilidad no dura media hora como se suele pensar, realmente dura hasta 24 o 48 horas.
El FG21, una hormona clave que debemos conocer si entrenamos
Mujer bebiendo el batido de proteína después del entrenamiento
Aquí entra en juego un concepto del que nadie nos habla: el factor fibroplástico 21 (FG21), una hormona clave que se activa durante el ejercicio como una potente acción antiinflamatoria que ayuda a tu cuerpo a quemar grasa, mejorar la sensibilidad a la insulina y proteger tus células del envejecimiento. ”Si comes inmediatamente azúcares o carbohidratos rápidos, esta señal se apaga y con ella se pierde parte de la reparación metabólica y cardíaca del ejercicio que hace que mejore enormemente nuestra salud” añade el cardiólogo, haciendo hincapié en el tipo de alimento que consumimos tras el entreno.
La situación cambia por completo para los deportistas de élite. Para ellos, comer justo despúes del entreno tiene sentido porque deben reponer glucógenos. Sin embargo, la gran mayoría entrenamos por salud, fuerza o con vistas a mejorar nuestra composición corporal, por lo que Rojas recomienda siempre esperar entre 45 y 60 minutos para comer después del entreno: “Puede darte resultados mucho mejores en salud” sentencia.
Consumir nutrientes unas horas después de entrenar no es la única forma de maximizar resultados. Según Mayo Clinic, también es necesario desayunar de forma saludable, al menos una hora antes del entrenamiento, “los estudios sugieren que comer o beber carbohidratos antes de hacer ejercicio puede ayudar a tener un mejor rendimiento. Además, los carbohidratos pueden hacer que entrenes más tiempo o con más intensidad” señalan.
Asimismo, debemos beber la cantidad suficiente de líquido antes del ejercicio, durante él y después para ayudar a prevenir la deshidratación. El American College of Sports Medicine recomienda lo siguiente: beber aproximadamente de 2 a 3 tazas (de 473 a 710 mililitros) de agua durante las 2 o 3 horas antes de tu entrenamiento y beber de 1/2 a 1 taza (de 118 a 237 mililitros) de agua cada 15 a 20 minutos durante el entrenamiento. Los pequeños gestos como este pueden hacer que saquemos el máximo beneficio al deporte que practicamos.

