De Colombia a Etiopía: La selección de los mejores cafés en grano para disfrutar en cada momento del día
Café de especialidad
Pese a que no existe un único “mejor café”, sino el que mejor se adapta a cada momento del día y al paladar de quien lo disfruta, escoger un buen café en grano es fundamental
María Garayar, dermatóloga: "Algunos usuarios han notado caída capilar tras tomar mucho té matcha, y este efecto no se debe al té directamente, sino a que puede reducir la absorción del hierro"
De Colombia a Etiopía: La selección de los mejores cafés en grano para disfrutar en cada momento del día
Más allá de una simple taza de café hay todo un universo. Un abanico de aromas, texturas y matices que varían según el origen del grano, el método de tueste y la forma de preparación.
Ya sea para una cafetera italiana, una superautomática o una prensa francesa, la clave está en escoger granos de calidad y, sobre todo, adaptarlos a los gustos personales. Gustos que, pueden ir desde Colombia, pasando por Guatemala o aterrizando en Etiopía.
Tipos de café
Entre los imprescindibles figura el café colombiano de Incapto, una marca joven nacida en 2020 que trabaja exclusivamente con cafés de especialidad, aquellos que superan los 80 puntos en la escala de la Specialty Coffee Association (SCA).
Este grano 100% arábica se distingue por sus notas de cacao y limón, ofreciendo una taza equilibrada y aromática ideal para cualquier hora del día. En la misma línea, Melitta presenta una opción más versátil con granos de América del Sur y Central, de acidez baja y textura cremosa, perfecta para quienes disfrutan de combinaciones con leche o cappuccinos suaves.
Para los que buscan un sabor más intenso, el café robusta de Nik Finelli, con granos procedentes de Vietnam y Uganda, ofrece una experiencia más potente. Su cuerpo redondo y su escasa acidez lo convierten en una opción idónea para quienes prefieren cafés cortos y concentrados.
Café Illy
En la categoría de mejor café en grano calidad-precio destaca la propuesta de Illy, una mezcla 100% arábica de origen colombiano que, en formato de 250 gramos, combina equilibrio y suavidad. Su perfil armónico lo convierte en un aliado perfecto para comenzar el día con energía.
Desde África, el café tanzano de variedad robusta aporta una experiencia sensorial distinta. Con notas especiadas y un fondo de cacao amargo, es ideal para paladares que buscan fuerza y persistencia en el gusto.
También destaca el grano guatemalteco de 69 Crazy Beans, cultivado en la región de Huehuetenango, 100% arábica, con matices de cacao, almendra y una sutil nota dulce a manzana roja, un placer para degustar solo tras una molienda media.
Para los amantes de cafeteras superautomáticas, el blend de Colibrí, que combina granos arábica y robusta de diversas regiones es una gran opción. Su aroma afrutado y su cremosidad natural lo hacen ideal para quienes buscan comodidad sin renunciar al sabor.
¿Cómo se prepara un café de especialidad?
Un café de especialidad comienza con un grano de alta calidad, preferiblemente certificado y procedente de una región con tradición cafetera.
Además, el equipo marca la diferencia: un buen molinillo, una cafetera de calidad, una balanza para medir con precisión y un hervidor de agua que permita controlar la temperatura son herramientas básicas para cualquier aficionado exigente. Incluso las tazas pueden influir, ya que las diseñadas para cafés de especialidad realzan los aromas y la experiencia sensorial.
Para prepararlo, primero, muele los granos justo antes de la preparación, ajustando la molienda según el método de filtrado que elijas. Segundo, utiliza una proporción de unos 60 gramos de café por cada litro de agua, ajustando al gusto.
Tercero, asegúrate de que el agua esté entre 90 y 96 grados, una temperatura ideal para extraer los sabores sin quemar el grano. Cuarto, a por tu técnica preferida: prensa francesa o goteo son algunas de las más populares. Y por último, la degustación es el paso más gratificante de un proceso que cargado de precisión, paciencia y pasión por el café.