David Moreau, doctor en Psicología: “La idea de que el ayuno interfiere con el rendimiento mental se debe a cómo nos sentimos cuando tenemos hambre: cansados, distraídos e irritables”
Investigación
El investigador neozelandés participó en un estudio sobre la conexión entre el cerebro y la primera comida
Nagore Robles, presentadora, 42 años: “Mi relación con el ayuno es muy buena, aunque me cuesta mucho porque mi vínculo con la comida es bastante tóxico”
David Moreau, doctor en Psicología: “La idea de que el ayuno interfiere con el rendimiento mental se debe a cómo nos sentimos cuando tenemos hambre: cansados, distraídos e irritables”
“El ayuno intermitente no está diseñado para perder peso, aunque ayuda. Es más interesante porque reduce la inflamación y regenera la microbiota intestinal. Y lo más importante de todo: produce autofagia, un proceso metabólico en el que las células se reciclan y desechan sus componentes disfuncionales, hasta el extremo de eliminar incluso células precancerosas. El más sencillo es el que consiste en comer 8 horas y ayunar 16 de las 24 que tiene el día”, comentaba José Luis Cidón Madrigal, doctor en Ciencias Biológicas, en una entrevista con El Mundo.
Con el auge del ayuno intermitente o fasting como método de dieta, especialmente entre deportistas de élite, muchos se han preguntado qué beneficios puede aportar para el cuerpo, acostumbrado a comer durante las horas establecidas. Una de las grandes preocupaciones que se derivan de esta práctica es su afectación al cerebro: ¿cómo nos deja la cabeza el hecho de pasar varias horas sin comer a propósito? Distintos estudios lo han analizado a conciencia en los últimos años.
El ayuno puede ayudar a desintoxicar el organismo
Uno de los más llamativos es el revisado recientemente por el Psychological Bulletin, coescrito por David Moreau. Doctor y profesor asociado de la Facultad de Psicología de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, Moreau dejaba claro que, por ejemplo, saltarse el desayuno con frecuencia no resulta perjudicial para la cabeza y su concentración. Esto se debe a que el cerebro cuenta con múltiples formas de responder, dependiendo del tipo de alimento consumido o ayuno en práctica.
“La idea de que el ayuno interfiere con el rendimiento mental probablemente se deba a cómo nos sentimos cuando tenemos hambre: cansados, distraídos e irritables. Es natural suponer que esas sensaciones reflejan un peor funcionamiento cognitivo. Algunos estudios iniciales respaldaban esta idea, pero al analizar todas las evidencias, esos efectos prácticamente desaparecen”, comentaba. Desde su punto de vista, no es lo mismo un ayuno corto que uno prolongado.
El ayuno intermitente afecta de formas diferentes a los hombres y a las mujeres
Poder para el cuerpo
“El cerebro tiene mecanismos incorporados para mantenerse energizado y funcional, incluso en ausencia de alimentos; un mensaje tranquilizador para quienes practican el ayuno intermitente”, reivindicaba. En líneas similares se situaba Tim Spector, epidemiólogo y profesor del King’s College de Londres. Durante una entrevista para el podcast ZOE, el investigador británico insistía en las consecuencias negativas de determinados tipos de desayuno en el organismo.
“Se han realizado una docena de estudios comparando a personas que se saltan el desayuno o que no comen nada antes del almuerzo, o al revés, y realmente no se han observado efectos negativos, sino algunos beneficios, pero no es algo que sirva para todo el mundo. Sin embargo, hay algunas personas para las que lo peor que pueden hacer es no desayunar temprano. Por lo tanto, es mucho más variable y personalizado de lo que creíamos”, descubría.
“También afecta a tu estado de ánimo y rendimiento cognitivo. En nuestros estudios Predict, demostramos que el desayuno que tomabas el día anterior también influía en tus niveles de azúcar al día siguiente y en tu elección de alimentos. Es como si continuamente cambiara lo que tu cuerpo cree que necesita, por lo que es más probable que sigas eligiendo esos alimentos dulces y azucarados si empezaste con ellos el día anterior. Así que hay un pequeño efecto residual en tu cuerpo. Todo esto apunta a lo importante que es cambiar ese punto de partida”, añadía.