La manipulación suele percibirse por medio del lenguaje, mediante un uso cuidado de las palabras, amenazas veladas, dobles sentidos y otras técnicas con las que se pretende influir en otra persona. Sin embargo, las personas manipuladoras son capaces de recurrir a toda clase de estrategias para lograr su objetivo de conseguir aquello que desean. Y, a menudo, pueden servirse de otros tipos de comunicación más sutiles, como es el caso del lenguaje no verbal. Las miradas, el tono de la voz, la postura, se trata tan solo de algunas herramientas clave con las que se puede alterar el comportamiento, los sentimientos o los pensamientos de los demás. Si se saben usar correctamente, como es el caso de los gestos. En su intervención en el podcast ‘The diary of a CEO’, la experta en Comunicación e instructora en Harvard, Vanessa Van Edwards, advierte sobre uno en particular.
El gesto que podría estar usando un manipulador sin que te des cuenta
Este consiste en mover una mano con un movimiento continuo, arriba y abajo, cerca del rostro y a la vez que se asiente con la cabeza. Puede parecer insignificante, pero una persona que está poniendo en práctica este gesto mientras mantiene una conversación podría estar manipulando a su interlocutor. Vanessa Van Edwards explica que, con este movimiento de la mano hacia el oyente, se está animando a esa persona a que asienta de manera inconsciente. Lo que llevará a su mente a relacionar ese comportamiento con el hecho de estar de acuerdo con aquello que se le está diciendo, aunque no se percate de ello, sin saber que está siendo manipulado.
“Me di cuenta de que las personas manipuladoras hacen este gesto cuando hablan, ‘¿Entiendes lo que quiero decir?’, y la otra persona empieza a asentir, he visto audiencias enteras que comienzan a asentir”, asegura la experta, lo que lleva a muchas personas a coincidir con ese discurso. “Y entonces tú piensas ’¿por qué estoy asintiendo? Será que estoy de acuerdo con lo que está diciendo esta persona’, es una forma secreta de conseguir que alguien esté de acuerdo contigo”, explica Vanessa Van Edwards.
Es por ello que, aunque prestar atención a las palabras resulte importante, no hay que subestimar el lenguaje corporal, ya que es una vía de comunicación altamente efectiva. Sin embargo, se tiende a subestimar su impacto, tal y como señalan los especialistas de Nara Psicología. “A través de posturas, gestos y expresiones faciales, comunicamos emociones y actitudes que pueden influir en nuestras interacciones sociales y profesionales”. Y, al tratarse de un tipo de comunicación menos evidente, a veces se cae en la manipulación sin ser consciente de ello.


