Martina Misenachs, nutricionista de la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND), destapaba en una entrevista a Men’s Health el principal problema de los alimentos menos saludables: “Compramos muchísimos productos ultraprocesados —son muy accesibles, tienen un marketing brutal— cuando podríamos optar por alimentos frescos y básicos: frutas, verduras, legumbres, pescado. Lo interesante es que existe una creencia muy extendida de que comer saludable es más caro, y la realidad es que no tiene por qué serlo”.
Productos como hamburguesas, patatas fritas, pizzas, nuggets y demás alimentos, sean congelados o de restauración, cuentan con un gran seguimiento en España. Un estudio de OpenInsights, con una muestra de 80.000 usuarios entre 18 y 65 años, revela que los españoles realizan una media de dos compras mensuales en la cadena de comida rápida más popular del país. Figuras como la de William Li, médico investigador alimenticio de la Universidad de Harvard, son fundamentales para revertir esta tendencia, cada vez más extendida a nivel mundial.
Alimentos ultraprocesados
El divulgador publicó recientemente un extenso artículo en su blog personal, en el que explicaba cómo detectar los alimentos ultraprocesados y el daño que pueden realizar a nuestro organismo. Según sus palabras, el abuso de según qué comidas puede acortar nuestra esperanza de vida hasta 10 años, independientemente de nuestro estado. “Mucho estudios han demostrado que el consumo elevado puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como cáncer, diabetes tipo 2, enfermedad celíaca y otras”.
“Una investigación iniciada en 2009 desveló que, por cada aumento del 10% en el consumo de alimentos ultraprocesados, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares de los participantes se incrementaba en un 12%, y el riesgo de padecer enfermedades coronarias aumentaba en un 13 %. Y no solo los aperitivos y las comidas congeladas pueden ser ultraprocesados. Los embutidos y otras formas de proteína animal alejadas de la naturaleza, como las salchichas, están extraordinariamente procesados y pueden tener efectos nocivos graves”, añadía.
Los ultraprocesados están más a la orden del día que nunca, y eso hace que estemos en la época de mayor sobrepeso infantil de la historia
Más mal que bien
“De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que estas formas de carne son uno de los principales factores que contribuyen al cáncer colorrectal y las clasifica como cancerígenas para los seres humanos”, insistía. Sus palabras también se sostenían en otro estudio publicado en The BMJ, aclarando que este tipo de productos afectan de forma negativa a 32 parámetros de nuestra salud, desde el aspecto cardiometabólico hasta el mental.
“Este estudio es importante porque informa de un mayor riesgo para la salud asociado con la exposición a alimentos ultraprocesados para todas las patologías. La evidencia más sólida disponible se ha encontrado para las asociaciones entre un mayor consumo de alimentos ultraprocesados y la mortalidad por todas las causas, la mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares, los trastornos mentales, el sobrepeso y obesidad, y la diabetes tipo 2”, comentaba otro experto en la materia: Javier Sánchez Perona, científico titular del Instituto de la Grasa del CSIC.


