Muchos de los problemas alimentarios que plagan el mundo empiezan con una mirada negativa, en particular la de que cierta comida “engorda” y se debería evitar como si fuera una plaga. De ahí que surjan una gran multitud de dietas y prácticas “milagrosas” para perder peso en poco tiempo. Una tendencia que se incrementa de forma considerable en los últimos meses del año. Nochebuena y Nochevieja proporcionan excusas perfectas para promover estos tratamientos, que pueden hacer mucho daño al cuerpo sin base científica alguna.
Y es que perder peso no es tan sencillo como dejar de comer, tomar un alimento que nadie conoce o practicar un ejercicio concreto durante un determinado número de días. Todo se reduce a una combinación de hábitos saludables y actividad física constante, de forma extendida en el tiempo. Unas palabras que reforzaba Tim Spector, epidemiólogo y profesor del King’s College de Londres, durante una entrevista en el podcast The Diary of a CEO. Durante su intervención, centró el foco en el ejercicio y cómo no funciona por sí solo.
“El ejercicio desempeña un rol muy pequeño en la pérdida de peso. Los estudios de larga duración concluyen que no ayuda y su papel en gran medida ha sido exagerado como un remedio sencillo al problema de la obesidad. La única salvedad es que si tú has mejorado tu dieta y has perdido peso, hacer ejercicio previene recuperar lo perdido. Pero por sí mismo, si no cambias la dieta, no sirve de nada. Y esos es algo sabido por los expertos en obesidad y ha sido reflejado en muchos estudios”, reflexionaba.
“La razón por la que el ejercicio no funciona, y es importante darse cuenta, es que cuando haces ejercicio, aumenta el apetito antes de una comida. Y después de hacer ejercicio tu cuerpo se ralentiza, el metabolismo se ralentiza, y trata de recuperar la energía perdida. Es una cuestión evolutiva. Es genial para la salud. Yo hago ejercicio porque mejora el ánimo, el estado físico y previene enfermedades, pero si tu objetivo es perder peso no es suficiente. Tienes que cambiar la dieta. Lo del ejercicio para perder peso es un gran mito, no tiene sentido”, aseguraba.
La concentración y realización de ejercicio físico en un gimnasio
Moverse y comer bien
Unas palabras reforzadas por distintas investigaciones. Una de ellas, publicada en Journal of The American Dietetic Association, señala que el ejercicio en solitario no afecta lo más mínimo a nuestro peso. Aquellos que reducen su cambio a mera actividad física no notarán ningún cambio, especialmente comparándose con aquellos que practican algún deporte y, al mismo tiempo, reducen su ingesta de comida y energía. Estudios de Progress in Cardiovascular Disease y Annals of Internal Medicine corroboran lo mismos.
Estos informen destacan que, para que la actividad física afecte notablemente al cuerpo, debe realizarse de forma constante y continuada: una hora, a intensidad moderada. Asimismo, nuestro cuerpo puede ser víctima de un efecto rebote, como señalaba William Scott, investigador del Imperial College London, en un reciente estudio que ha publicado la revista Nature. “Mantener la pérdida de peso es un reto considerable, especialmente porque el cuerpo parece conservar una memoria que se defiende contra los cambios de peso corporal”, aseguraba.


