Merijn van de Laar, doctor neerlandés y autor del libro Cómo dormir como un cavernícola, describía el sueño “como el botón de reinicio nocturno del cuerpo”: “En el cerebro, las neuronas ‘limpian la casa’. Los productos de desecho tóxicos se eliminan, los recuerdos se procesan y almacenan, y se forman nuevas conexiones. Al mismo tiempo, ciertas regiones cerebrales se ‘desconectan’ para recuperar energía, mientras que otras (aprendizaje, creatividad) permanecen activas, reorganizando y fortaleciendo lo que has experimentado durante el día”.
Una de las claves para que este sueño funcione es realizarlo de forma ininterrumpida y longeva, un mínimo de ocho horas. Aun así, múltiples factores lo pueden alterar, sean internos o externos. De hecho, a menudo la culpa la podemos tener nosotros mismos, sea por irnos a dormir excesivamente tarde o no descansar lo suficiente. De ahí que Alexandre Olmos, doctor especializado en Epigenética Clínica, expusiera los problemas a los que nos enfrentamos si vamos a dormir tarde y mal, especialmente si madrugamos.
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“No te duermas después de las 11 de la noche. Esto le podría pasar a tu cuerpo si te duermes tarde durante un mes. Y no sólo hablo de sentirte cansado. En la primera semana, tu reloj biológico se desajusta. Esto afecta a la energía durante el día y a la capacidad de concentrarse. Incluso afecta a tu apetito, aumentando el riesgo de antojos de comida poco saludable. En la segunda semana comienzas a notar cambios en tu piel. Dormir tarde reduce la producción de colágeno, acelerando el envejecimiento. También puedes notar mayor irritabilidad y dificultad para controlar el estrés”, explicaba.
“En la tercera semana tus hormonas se desregulan y la falta de sueño puede aumentar los niveles de cortisol, que incrementa el riesgo de retención de grasa abdominal y de un sistema inmune debilitado. En la cuarta semana, la falta de sueño constante comienza a alterar la expresión de los genes y se activan algunos asociados a la inflamación crónica, mientras que los que reparan el ADN y nos protegen contra el envejecimiento celular comienzan a desactivarse. Básicamente dormir menos de 8 horas diarias reduce tus años y calidad de vida”, recalcaba.
Dormir mal hace que tu cerebro envejezca más rápido
Fruta para dormir
Más allá de nuestra propia responsabilidad, múltiples factores externos también son perjudiciales para nuestro descanso, empezando por una alimentación inadecuada. Un hecho que ha demostrado un estudio publicado por Sleep Health, el cual desvela que alimentos como frutas, verduras y cereales integrales ricos en fibra pueden aportarnos una mejora significativa por la noche. 34 personas participaron en esta investigación, adultos jóvenes sanos sin problemas de sueño conocidos, a los cuales se les proporcionó un monitor de muñeca para registrar sus perfiles de sueño a lo largo de varias noches.
De igual forma, los responsables solicitaron el registro de su alimentación diaria mediante una aplicación. Tras varios días siguiendo esta metodología, los investigadores descubrieron que aquellos que consumían más fruta, verdura y carbohidratos complejos se despertaban menos. “Estos alimentos aportan fibra, la cual, según hemos demostrado, se asocia con un sueño más profundo y menos ligero”, afirma Marie-Pierre St-Onge, doctora, coautora del estudio y directora del Centro de Excelencia para la Investigación del Sueño y los Ritmos Circadianos del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia.


