Luis Miguel Real, un psicólogo, comentó sobre la positividad tóxica, señalando que "esa presión constante por 'estar feliz' hace que mucha gente se sienta peor de lo que ya estaba".

Una profunda reflexión 

El terapeuta enfatizó que cada individuo debería dar preferencia a su propia salud y felicidad, sin considerar las perspectivas de otros.

Fernando Mora, psiquiatra, sobre el ejercicio de los 15 minutos: ''Es muy eficaz para que tu cerebro aprenda a salir de la inmediatez y a tomar decisiones más conscientes''

Luis Miguel Real, psicólogo

Luis Miguel Real, psicólogo

Fuentes propias | Pexels

¿Cuándo deja de ser beneficioso el pensamiento positivo y comienza a ser perjudicial? En tiempos recientes, una cantidad considerable de psicólogos y especialistas en bienestar mental han indicado que no todas las situaciones se resuelven con una actitud optimista y que, en ciertas circunstancias, el optimismo sirve como pretexto para reprimir sentimientos genuinos y angustiosos. Luis Miguel Real, quien ejerce como terapeuta, abordó esta cuestión en detalle en uno de sus recientes comunicados en X, el servicio antes identificado como Twitter.

El escritor de La mentira de la fuerza de voluntad y No pienses en un oso verde señaló que esta conducta se manifiesta particularmente durante festividades como la Navidad, un periodo donde la gente sonríe, se muestra complacida con cada actividad y hay una expectativa implícita de disfrutar: "Si no cumples, se percibe como un fracaso. Esa exigencia continua de ser feliz intensifica el malestar en muchas personas, dado que el entorno se satura de aspiraciones inalcanzables".

El divulgador detalló que incontables individuos a nivel global se ven forzados, en el periodo vacacional de diciembre, a asistir a comidas, encuentros y obligaciones que no desean, ya sea por costumbre, por temor a ser mal vistos o para eludir críticas, lo cual acaba afectándoles anímicamente. Real enfatizó que tanto la mente como el organismo requieren reposo y que nadie debería emprender un maratón social cuando su verdadero anhelo es la tranquilidad.

El escritor indicó que permanecer en el hogar, disfrutar de jornadas apacibles, despertarse sin alarma, evitar acuerdos con otros, ver programas de televisión, leer o simplemente optar por el silencio prolongado también constituye un disfrute, subrayando que todas las conductas son legítimas y que cada individuo debe hallar su propia senda hacia la salud integral.

Un hombre reflexionando

Un hombre reflexionando

Pexels

Antes de concluir su pensamiento, Real enfatizó la importancia de despojarse de la culpabilidad al seleccionar el sendero que más nos favorezca, pues es sensato optar por la serenidad cuando el bullicio nos abruma y rechazar actividades que nos generan malestar: "No le fallas a nadie por ponerte en primer lugar. El sosiego también es motivo de celebración. La paz también tiene valor. Y en ocasiones, es precisamente lo que más se necesita".

¿Es siempre beneficioso conservar una perspectiva optimista?

En un artículo reciente, la psicóloga Lorena Gascón enfatizó que en ocasiones es necesario aceptar la melancolía y atravesar la incomodidad, puesto que mantener una actitud optimista de forma constante puede ser perjudicial: ''Pensar que siempre existe un aspecto positivo en las adversidades puede causarnos dolor si no logramos identificarlo. Si cada dificultad fuera una ventaja, los profesionales de la salud mental habríamos desaparecido''.

La investigación The Negative Aspects of Optimism: The Way Toxic Positivity Fuels Emotional Repression and Mental Health Challenges, dada a conocer en 2025, reveló que el empeño constante por exhibir una disposición optimista puede reprimir los sentimientos negativos, lo cual, con el tiempo, agrava la angustia psíquica. Asimismo, pone en peligro el bienestar mental al desestimar las vivencias emocionales auténticas. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...