Los malos olores, la acumulación de gérmenes y bacterias, las superficies resbaladizas y la aparición de moho y hongos representan algunos de los principales motivos por los que se debe mantener la higiene en el baño y así evitar riesgos para la salud y la seguridad. Este espacio del hogar cuenta con las condiciones idóneas para la proliferación de esta clase de microorganismos, a causa de la acumulación de humedad y a su uso constante, lo que facilita que se ensucie. Por estos motivos requiere de una mayor atención que otras estancias de la casa, para así procurar un ambiente higiénico y, por qué no, estético. En cuanto a esto último tienen mucho que decir los cristales y espejos, que representan uno de los principales quebraderos de cabeza a la hora de la limpieza del baño.
Aunque los puntos clave sean el lavabo, el sanitario y la ducha o la bañera, donde se acumulan residuos, suciedad y bacterias por su uso, la realidad es que son los cristales y espejos los que delatan de forma más obvia cuando un baño no está limpio. De hecho, puede que incluso ocasionen ese efecto a pesar de que este se haya limpiado hace poco. Ya que resulta muy sencillo que se empañen y queden marcas de agua, lo que hace que mantener los cristales perfectos se convierta en todo un desafío. Afortunadamente, existen trucos para lograrlo y uno de ellos es tan sencillo que no hará falta más que un producto en concreto, de cuidado personal y muy común, para lograrlo.
El truco con el que los cristales y espejos quedarán impolutos
La usuaria María Fernández, que cuenta con un perfil de Instagram especializado en consejos y trucos del hogar, compartió mediante un vídeo toda una serie de consejos relacionados con la limpieza de cristales y espejos. La publicación no tardó en hacerse viral y actualmente cuenta con más de 10.000 ‘me gustas’. Entre los diferentes remedios caseros, la ‘instagramer’ compartió un truco muy efectivo para conseguir que los cristales y los espejos no se empañen después de tomar una ducha o un baño.
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El secreto se basa en emplear un producto de cuidado personal, de esos que se encontrarán con facilidad en buena parte de los hogares, la espuma de afeitar. Lo único que hay que hacer consiste en aplicar este producto por la superficie del espejo o cristal, de manera que se extienda de forma homogénea. A continuación, ya solo quedará retirar muy bien la espuma con la ayuda de un papel absorbente, asegurándose de que no queden restos ni pegotes. Así se dejarán de empañar por culpa del vapor.