Una casa ordenada es un hogar funcional y en armonía, dos factores esenciales para promover un ambiente agradable y sin estrés, y para reducir al mínimo los esfuerzos de limpieza. Sin embargo, esto no siempre resultará tan sencillo, sobre todo en aquellos hogares que cuenten con una mayor limitación del espacio. En estos casos, los trucos de orden y aprovechamiento de cada rincón serán los principales aliados.
Esto resulta especialmente socorrido cuando hay que almacenar esos elementos de la casa que más abultan, como son las sábanas, las mandas o los nórdicos. Para mantenerlos en buen estado, sin que estén expuestos al polvo o a la humedad, hay que saber cómo doblarlos y guardarlos adecuadamente.
¿Cómo doblar las sábanas para que ocupen menos espacio?
La mayoría de los hogares cuentan con una limitación insalvable: el espacio disponible. Esto lleva a muchas personas a darle rienda suelta a su creatividad para lograr mantener el orden en casa y que, al mismo tiempo, puedan encontrar un lugar para guardar cada cosa. Uno de los mayores retos son las sábanas, que suelen abultar y, además, se convierten en una pesadilla para más de uno en el momento de doblarlas.
Sin embargo, la experta en orden y decoración Patricia Fernández comparte una serie de trucos para mantener el hogar siempre limpio y en perfecto estado, a través de un vídeo publicado en su perfil de Instagram, donde ya acumula casi dos millones de seguidores. Entre ellos se encuentran algunos consejos enfocados a doblar las sábanas de la forma más efectiva para que ocupen menos espacio y estén siempre bien localizadas.
La que más se suele resistir es la sábana bajera, tanto es así que muchos la doblan como pueden y sin mucho cuidado. No obstante, Patricia Fernández ofrece unas sencillas indicaciones paso a paso para doblarla correctamente. Con esta sábana, el secreto consiste en unir los puntos de ajuste metiendo uno dentro del otro, para que todos queden concentrados en una esquina. Seguidamente, una vez estirada en una superficie plana, solo quedará doblarla sobre sí misma y en horizontal y después en vertical. El resultado final será un pequeño cuadrado que apenas ocupará espacio.
La funda nórdica será otro reto, ya que suele ser la que más abulta, pero también tiene truco. El primer paso será doblarla por la mitad y, a continuación, extenderla sobre una superficie. En este punto hay que prestar atención a la experta en orden. La parte de arriba se doblará hacia dentro y por debajo. Después, se doblará un lateral hacia dentro y, seguidamente, el contrario, también hacia el centro. La parte de abajo se doblará sobre sí misma hasta tres veces. Y ya solo quedará darle la vuelta para que quede recogido como si fuera un bolsillo. En ese hueco se introducirá la sábana bajera y las fundas de almohada.


