Lograr que la casa esté ordenada y limpia no tiene por qué acarrear quebraderos de cabeza si se establece una rutina y unos hábitos adecuados. Simplemente hay que comprometerse con una serie de acciones sencillas, por ejemplo, hacer la cama todos los días o fregar los platos después de cada comida. Esas son algunas claves para tener la casa limpia sin necesidad de invertir mucho tiempo ni grandes esfuerzos. En este punto cabe destacar una de las reglas básicas del hogar: la ropa debe estar siempre limpia y bien guardada. Algo imprescindible para evitar enredos y, en especial, para mantener en buen estado estas prendas, lo que aumentará su longevidad. Esto adquiere especial relevancia en el caso de aquellos textiles que posean un valor sentimental.
Sábanas, mantelería y, por supuesto, la ropa de bebé. Muchas personas guardan estos recuerdos con cariño, asegurándose de que estén limpios y bien almacenados. Desafortunadamente, es posible que, después de unos años, al comprobar el estado de estas prendas se descubra que les han salido manchas amarillentas. ¿Cómo ha podido pasar? A menudo, tiene que ver con un proceso de oxidación que resulta habitual en el caso de la ropa blanca o de los tejidos naturales. Por suerte, todavía hay esperanza, aunque requiere de altas dosis de paciencia.
¿Cómo eliminar las manchas amarillentas de la ropa guardada?
Begoña Pérez, la experta en el hogar y más conocida como 'La Ordenatriz', comparte una técnica para lograr deshacerse de esas manchas amarillas que aparecen en la ropa guardada, para que así nadie tenga que deshacerse de sus recuerdos y prendas con valor sentimental. “Recuerda que la primera norma es la paciencia”, aconseja, dado que se trata de un proceso que puede resultar tedioso.
Lee también
Esta estrategia consiste en un doble lavado. Por ello, el primer paso será poner las prendas en la lavadora, junto con el detergente habitual, y hacer un primer lavado con un ciclo largo a 30 grados de temperatura, según indica Begoña Pérez. Aquí viene la clave: hay que parar la lavadora en mitad del lavado, de manera que la ropa quede en remojo durante dos horas.
Una vez pasado este tiempo, se pondrá en marcha de nuevo y, al terminar, la ‘Ordenatriz’ aconseja añadir dos ‘cacitos’ de percarbonato. A continuación, se programa otro ciclo largo con un cambio, la temperatura será esta vez de 40 grados. De nuevo, en mitad del lavado, se parará la lavadora y la ropa se dejará en remojo por dos horas. Seguidamente se continuará el lavado y, al finalizar, las manchas habrán desaparecido.
“Son manchas muy persistentes, así que, si es necesario, repite, o incluso hazlo a mano”, recomienda. No obstante, la experta especifica que no debe darle el sol a la prenda, ni siquiera cuando se seque.