“Muchas personas, cuando intentan reformar sus casas, terminan arruinándolas básicamente por falta de asesoramiento. Lo peor de todo es que ni siquiera se dan cuenta hasta que ya es demasiado tarde”, empieza contando el arquitecto Marcelo Seia en su canal de YouTube. El especialista divulga acerca de reformas y consejos para que podamos conseguir el hogar que siempre hemos soñado.
En esta ocasión, comparte un vídeo acerca de los errores más comunes que suelen cometerse al reformar una vivienda. El arquitecto desvela los siete que sí o sí debemos tener en cuenta.
El primer error
Derribar las paredes sin pensar en su estructura
El primero que desvela es derribar las paredes de nuestra casa sin tener en cuenta su estructura. “Hay quienes tiran paredes a lo bestia. Para que lo tengas en cuenta: algunas solo dividen ambientes, y derribarlas no representa un problema técnico. Pero otras, además de dividir, sostienen la estructura, fundamentalmente el techo. Son las llamadas paredes de carga”, asegura Marcelo.
La realidad es que si derribamos una pared sin asegurarnos antes de si es importante, podemos provocar “una fatalidad”, tal y como comenta el especialista. “No se puede tirar una pared así porque sí: hay que reforzarla con vigas o perfiles metálicos, calculados específicamente para cada obra, que reemplacen su función y transmitan las cargas a los muros que quedan en pie”, afirma.

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Así, antes de tirar abajo una pared, pregúntate si realmente es necesario o si existe otra solución. “Si decides hacerlo porque el beneficio te parece grande, consulta con un profesional para evaluar cómo resolverlo y qué estructuras deberías incorporar”, comenta Marcelo Seia en su vídeo de YouTube.
El segundo error
No substituir las instalaciones viejas
Con instalaciones viejas, el arquitecto se refiere a infraestructuras como la del agua, gas, electricidad y desagües. “En muchas casas antiguas, y también en algunas no tan viejas, las cañerías ya cumplieron su vida útil. Sin embargo, por ahorrar dinero, mucha gente decide no cambiarlas al momento de reformar”, cuenta.
El problema, según el especialista, es que tarde o temprano van a fallar. “Si, por ejemplo, una cañería de agua revienta dentro de una pared recién pintada o el cableado eléctrico genera cortocircuitos, vas a tener que romper todo de nuevo y gastar el doble”, advierte.

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Así, su consejo es que si la casa tiene más de 50 años, cambia toda la infraestructura oculta. “Muchas cañerías viejas son de plomo; cámbialas por plásticas, preferiblemente termofusionadas. Lo mismo con los desagües, que en casas antiguas suelen ser cerámicos o de cemento. Si se rompen, para reparar la pérdida, seguramente habrá que levantar pisos enteros, con un gasto enorme y encima viviendo dentro de la casa”, sigue contando.
El tercer error
No ver los síntomas de la casa
“Aunque no lo creas, esa casa que tanto quieres y en la que depositas tus sueños te habla a través de síntomas. Muchas veces, en lugar de escuchar, la gente tapa esos síntomas con pintura o con parches estéticos”, desvela.
Por ello, es vital saber comprender qué nos quieren decir esas señales. Por ejemplo, las grietas en las paredes pueden ser problemas estructurales; las manchas de humedad quizás son filtraciones o humedad desde el suelo; pisos huecos o desnivelados, posibles hundimientos y, finalmente, olor a cloaca fallos en desagües.
Un buen diagnóstico inicial evita problemas que después serían muchísimo más caros de arreglar
De esta forma, es vital no tapar los síntomas sin solucionar la causa. “Si no sabes identificar el problema, consulta a un arquitecto o especialista antes de reformar. Mira por la casa despacio, revisen cada rincón y detecten las causas antes de taparlas. Puede costar una consulta, pero lo tomas como una inversión: un buen diagnóstico inicial evita problemas que después serían muchísimo más caros de arreglar”, sigue explicando en su vídeo.
Cuarto
No revisar el techo
El techo puede ser otro foco de problemas. “Muchos empiezan una reforma sin siquiera mirar hacia arriba. El techo es la parte más expuesta de la casa y puede deteriorarse sin que lo notes”, destaca el arquitecto.
Algunos problemas típicos son chapas oxidadas, revoques en mal estado o membranas impermeabilizadoras viejas o dañadas.

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“Si visitas la casa por primera vez, puede que alguien haya camuflado los problemas y recién los descubras con la primera lluvia. La solución es simple: con una escalera sube y revisa los techos. Así te aseguras de que, sin importar tormentas o vientos fuertes, vas a estar protegido y dormir tranquilo”, propone.
El quinto error
Restaurar o renovar
“Mucha gente demuele pisos antiguos sin analizar si realmente es necesario. Renovar no está mal, pero quizá esos pisos puedan recuperarse y ahorrarte mucho dinero”, sigue Marcelo.
Asegúrate de que la base del suelo esté bien nivelada; de lo contrario, el nuevo piso copiará todas las imperfecciones
Por ejemplo, según el especialista, pisos de madera o mosaicos graníticos pueden restaurarse con un buen pulido o plastificado. “Antes de levantar el suelo, revisa si puede recuperarse. Y si vas a colocar uno nuevo sobre otro existente, asegúrate de que la base esté bien nivelada; de lo contrario, el nuevo piso copiará todas las imperfecciones”, advierte.
Así, también añade otro consejo: nunca pintes pisos pensando que es una solución definitiva. “La pintura es barata, sí, pero se desgasta rápido y en poco tiempo no luce bien”, cuenta.
Sexto
No revisar el baño
“Muchos baños en casas antiguas tienen instalaciones sanitarias obsoletas. Si solo cambias revestimientos y dejas las cañerías viejas, puedes terminar con pérdidas y filtraciones enseguida”, cuenta.

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¿Cómo podemos evitarlo? El arquitecto propone varias soluciones:
- Si el baño tiene revestimientos originales y nunca fue renovado, es muy probable que las instalaciones sean antiguas.
- Si el baño tiene más de 30 años, reemplaza toda la instalación de agua y desagües antes de hacer cambios estéticos.
“No tiene sentido invertir en un baño nuevo y dejar cañerías que tienen las horas contadas. Otro indicio: cerámicos de distintos colores o tamaños. Pueden señalar reparaciones previas; si son recientes, quizás te ahorres cambiar todo”, destaca.
Último error
No hacer un análisis económico antes de reformar
Finalmente, desvela uno de los puntos más claves: no hacer un análisis económico antes de reformar. “No siempre reformar es la mejor opción: en muchos casos, la suma del costo de compra más la reforma es mayor que construir desde cero”, aconseja.
Una reforma consiste en aprovechar lo más posible lo que ya existe, para ahorrar gastos
“Yo siempre digo: hay que “negociar” con la casa. Una reforma consiste en aprovechar lo más posible lo que ya existe, para ahorrar gastos”, sigue. Lo mejor es que seas creativo y adaptes tus gustos y estilo de vida a lo que la construcción ofrece.
“Puedo asegurarte que hay muchísimas casas antiguas con gran potencial, pero si no evalúas bien cada paso, una reforma puede transformarse en una verdadera pesadilla”, concluye Marcelo Seia.