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Cuatro casas modernas: así construye la generación más joven y talentosa de arquitectos

Tendencias

Cuatro jóvenes estudios de arquitectura en España bocetan el hogar de nuestro tiempo: lugares activadores de la  imaginación, dinámicos, optimistas, policromos y con conciencia social y política

Casa Nahinuena se ubica en un barrio residencial de un municipio de Vizcaya

Luis Díaz Díaz

“La casa. Sin ella el ser humano sería un ser disperso. Lo sostiene a través de las tormentas del cielo y de la vida…. Antes de ser ‘arrojado al mundo’ como dicen los metafísicos acelerados, el ser humano es depositado en la cuna de la casa. Y en nuestros sueños la casa es siempre una gran cuna”, escribe Gaston Bachelard en su libro “La poética del espacio”.

La casa es refugio, continente de intimidad. Pero ¿cómo son las hechuras de las viviendas proyectadas por la generación más novel de arquitectos? ¿De qué modo las materializan y a que universos vitales remiten? ¿Qué es un hogar para ellos? Se lo preguntamos a cuatro jóvenes equipos de arquitectura. Y todos coinciden en una cosa: con sus propuestas persiguen repensar la domesticidad y cuestionar convenciones.

Laia Gelonch y Marc Subirana al frente del estudio MACH, con oficinas en Barcelona y Madrid

Mark Rabadan

“Nos gusta imaginar la casa como un lienzo en blanco, donde se dibujan experiencias, recuerdos y vivencias a lo largo del tiempo. Más que imponer su presencia, creemos que el diseño de un hogar debe integrarse sutilmente en la vida de las personas, ofreciendo flexibilidad y acompañando su día a día sin imponerse, permitiendo que la verdadera protagonista sea la vida que allí se desarrolla”, explican los componentes del estudio de arquitectura MACH, Laia Gelonch y Marc Subirana.

Para Ane Arce e Iñigo Berasategui, al frente de la oficina BeAr, lo que denominamos hogar representa “un espacio de protección, autoregulado, de contraste con el espacio público: la plaza para constituirnos ciudadanos y la casa para construirnos humanos”.

Ane Arce e Iñigo Berasategui, al frente de BeAr, oficina de arquitectura en Bilbao

Nerea Moreno

Para ellos, una casa siempre debería incorporar como imprescindibles: volumen, luz y cualidades. Aunque señalan “estamos en una época de una constante perdida de cualificaciones. Los espacios optan por una impuesta neutralidad totalitaria, que niega nuestra posibilidad de definirnos con y junto a ellos”.

Joan Gener, Adrià Orriols y Miquel Ruiz, al frente delestudio h3o en Barcelona

Pol Rebaque

“La casa es el espacio donde sentirse resguardado, la representación del mundo interior de quien lo habita -declaran desde el estudio h3o, liderado por Joan Gener, Adrià Orriols y Miquel Ruiz -. La arquitectura nace de estas necesidades. La cabaña primitiva. O los templos antiguos que representaban la casa de las deidades en la Tierra”. Y consideran que construir una vivienda es una responsabilidad que, o bien va dirigida a la vida íntima de quien hace el encargo, o bien debe permitir suficiente flexibilidad para que quienes la acaben habitando (desconocidos para el arquitecto) puedan hacérsela suya.

Un hogar debería ser un espacio de seguridad y tranquilidad, pero cada vez más es un bien de mercado sujeto a la más alta volatilidad de las especulaciones capitalistas” 

Mireia Luzárraga y Alejandro Muiñoarquitectos de Takk

“Entendemos que un hogar debería ser un espacio de seguridad y tranquilidad -afirman Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño, que conforman Takk-. En el contexto actual, a la inseguridad financiera de cada caso particular se suma que cada vez más la vivienda es un bien de mercado sujeto a la más alta volatilidad de las especulaciones capitalistas”. Y recalcan el deseo de un acceso a la vivienda fuera de estas oscilaciones del mercado, que sea de carácter público, con espacios amplios, “en donde sea primordial una buena iluminación y ventilación naturales, donde se difuminen los límites del trabajo asociado a un género”.

La casa con atributos

Estos equipos de arquitectura utilizan poco o nada la palabra sostenibilidad. Quizás por tan desgastada. Aunque sus proyectos y estrategias indican, sin duda, un compromiso con el impacto de lo construido y el medio ambiente. En la casa Nahinuena, el estudio Bear contempla la madera como un gran material, cálido, cercano, de producción local, baja huella de carbono y altas prestaciones de confort. Y destacan su esfuerzo por usarla de la manera más precisa en costo material-prestaciones en sus distintos formatos: maciza, laminada, contrachapada, etcétera.

El estudio MACH afirma apostar por una construcción industrializada que reduzca residuos y produzca una arquitectura capaz de ser reutilizada. “Que a la vez posibilite gran rapidez en su construcción, pero se aleje de ciertos estándares comerciales actuales y permita pensar en una arquitectura única hecha a medida para cada usuario y contexto”. Consideran que las viviendas actuales adolecen de una falta de generosidad espacial, tanto en términos de volumen como de conexión con el entorno. Normativas y convenciones limitan experimentar con la altura, el aire y la fluidez de los espacios.

En h3o señalan el potencial de fachadas y cubiertas para ser captadoras de energía solar para el autoabastecimiento, recolectoras de agua. “Para no desperdiciar ni una sola gota de la que discurre por este paraguas que es la arquitectura, y convertirse en soporte para la biodiversidad transformándose no solo en casas para humanos sino en hogares para muchas otras realidades no humanas, vegetales y animales”. Les inspira el trabajo de Philippe Rahm y su aproximación climática a la arquitectura, entendiendo el ambiente como un material arquitectónico en sí mismo. “Esta sensibilidad hacia las condiciones físicas del entorno refuerza la idea de una arquitectura más porosa, adaptativa y conectada con los ciclos naturales”.

Para Takk, ante la actual crisis climática, unida a la evolución de los modos de vida de nuestras sociedades, urge repensar como estamos habitando. Reformular la noción de confort térmico, o reducir las emisiones de CO2. Consideran las viviendas occidentales actuales “una réplica del modelo de vivienda burguesa del siglo XIX a una escala mucho más reducida, basada en una distribución de pasillos y múltiples habitáculos que tienen que ser calefactados por separado, suponiendo un mayor consumo de combustibles fósiles y una segregación de habitaciones que estimula la individualidad”, estrategias que desaconsejan totalmente.

Casa Collumpio, Barcelona 

Estructura optimista

Laia Gelonch y Marc Subirana, al frente de MACH, estudio con sedes en Barcelona y Madrid, son los autores de la Casa Collumpio. Ubicada en una de las siete colinas de Barcelona, no pasa inadvertida. Han querido destacar su estructura, como uno de sus elementos singulares, en amarillo “Este color refuerza el carácter festivo que queremos transmitir con esta obra en particular. La elección cromática pretende alejarla de un carácter más solemne. El amarillo domina en el exterior de la vivienda, su interacción con el cielo y el paisaje circundante evoca una sensación optimista, subrayando la relación entre la casa y su entorno de una manera vibrante y expresiva”. En el interior predominan los tonos neutros y la propia materialidad de los elementos constructivos, generando un contraste que equilibra la intensidad del exterior con una atmósfera más serena y acogedora. Aunque en algunos puntos ese amarillo vitalista se infiltra en el interior.

En la casa Collumpio hay la voluntad de vivir en ese límite que diluye el interior del exterior

Gael del Río Bani

A propósito de los referentes que espolean su trabajo aclaran: “Nos damos cuenta de que muchas de las ideas que hoy nos interesan ya fueron exploradas de manera visionaria en las utopías arquitectónicas de los años 60 y 70. En aquella época, se llegó a imaginar una vida liberada del trabajo manual gracias a la tecnología, o incluso una humanidad que habitaba el mundo desde el juego en lugar del pensamiento racional. Estas visiones, nos sirven como detonantes para desafiar los límites de la vivienda convencional y seguir investigando cómo el espacio puede responder a nuevas formas de vida, más flexibles, dinámicas y abiertas a la imaginación”.

La casa Collumpio en Barcelona de MACH. Con estructura metálica ligera y montaje en seco, se armó en una semana

Del Río Bani

MACH considera fundamental que una casa no se perciba como un límite, sino como un marco flexible donde interior y exterior se diluyan, “permitiendo habitar también en su perímetro. La arquitectura debe ofrecer espacios vivos más allá de la simple funcionalidad”.

Casa del Día Después,  Madrid

Espacios anidados

La Casa del Día Después -reforma de un piso de 110m2 en Madrid, realizada por Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño, de estudio Takk- introduce estrategias como anidar unos espacios dentro de otros, la casa de invierno / casa verano en la misma vivienda, o un dormitorio comunal… Son su respuesta ante el reto de la crisis climática y los nuevos modelos de vida. Ideas que aparecen radicales frente a la promoción inmobiliaria privada actual. “Pensamos que los motores de cambio del panorama inmobiliario -afirma- son precisamente aquellos que no dependen de los retornos económicos, y por esto creemos que desde lo público se deben promover nuevos modos de habitar, que supondrán una mejora de nuestras sociedades y, finalmente, un cambio también en el mercado de la vivienda privada, en un mundo en transición”.

El dormitorio anidado, con buen aislamiento, supone un significativo ahorro energético

José Hevia

La Casa del Día Después en Madrid, de Takk, sitúa la cocina abierta en posición central, y una gran habitación “comunal” con varios estratos

jose hevia

Al concebir este hogar tuvieron en mente a los jóvenes proyectistas japoneses que repiensan el concepto de privacidad y priorizan el uso de materiales con poco carbono incorporado. También estudios como el del arquitecto Andrés Jaque y la Oficina de Innovación Política. Con despacho en L’Hospitalet de Llobregat y Nueva York, Takk investiga cómo la arquitectura puede impulsar el desarrollo de vidas más democráticas que incorporen el pensamiento feminista, la ecología y la política en los espacios que habitamos. Por ejemplo, con la cocina en la parte más central de la casa, “visible desde todas sus perspectivas, incluso desde la entrada, para convocar a cualquiera de sus habitantes, sin importar su género a hacer uso de ella”.

Para Takk, cada decisión tomada en el diseño y la arquitectura es política: desde el uso de materiales (baja huella de carbono, menos extractivos, descarte de combustibles fósiles para calefactar), a tener en cuenta a otras especias como el gato de la casa y la vegetación en la casa de verano, “formulando visiones menos antropocéntricas y más justas, o el recuperar la tipología de habitación comunal considerando a los humanos focos de calor”.

Casa Nahinuena, Vizcaya

Constructiva y ornamental

En la casa Nahinuena, de nueva planta edificada en un municipio de Vizcaya, la madera es la gran protagonista. Y la estructura de pórticos totalmente vista otorga carácter al interior con gran autenticidad. Según sus autores Ane Arce e Iñigo Berasategui, al frente de BeAr oficina de arquitectura asentada en Bilbao, la vivienda pretende ser muy directa, casi desnuda mostrando como se asienta, sujeta o cierra. “De una manera casi pedagógica, los elementos constructivos trabajados son directamente el ornato que cualifica el espacio. El lujo es el volumen, la altura, la luz de la mañana y la tarde y no la superficie de poco más de 80 metros”.

Los pórticos estructurales de madera devienen ornamento interior

Luis Díaz Díaz

Si bien esta casa ha sido proyectada para una sola persona (condicionando su configuración espacial), en general como arquitectos contemplan los interiores como “una suerte de paisajes dónde es mejor que los muebles sean los que salpiquen este jardín y diferencien los posibles usos de cada zona. Hemos superado el higienismo y podemos organizar nuestros interiores con reglas diversas”.

Una estructura suspendida con cortina perimetral permite dar privacidad a la zona de estar en posición central

Luis Díaz Díaz

Destaca el exterior y su tratamiento cromático con el que los arquitectos han querido “releer los códigos de color de los elementos tradicionales en madera, de las viviendas de la costa vasca donde los colores de puertos y barcos se funde, en rojos, verdes o azules”. Entre la diversidad de sus referentes, señalan las construcciones informales vernáculas, las arquitecturas de los 70 nórdicas, Japón y su reinterpretación de la madera contemporánea o revisitar los caseríos de la zona y su forma estructural.

Para Arce y Berasategui, gran parte de la disputa arquitectónica de nuestros días reside en la postura fijada frente a la construcción, en la elección y el trabajo con los materiales. En la casa Nahinuena creen “sin romantizar, en la virtud del ser, sin manierismos del aparejo o mundos ensimismados del cartón yeso. En ser, con poco y orgullo”.

Casa Relámpago, en Sant Just Desvern

Interior narrado

El despacho h3o es el artífice de la Casa Relámpago de Sant Just Desvern, Barcelona, resultado de transformaron un espacio existente en nueva vivienda. En ella mezclan la teoría del color y la forma, con la leyenda del relámpago que cayó en la masía mucho tiempo atrás, incorporando la narrativa al diseño. “Esta estrategia -apuntan- puede leerse desde la fenomenología arquitectónica: entendemos el espacio a través del cuerpo, los sentidos y la memoria. Pintar cada estancia con un color distinto o diseñar rincones donde la luz se tamiza y se posa sobre materiales específicos, es una manera de activar esa percepción encarnada en el espacio”. Mencionan a arquitectos como Steven Holl, Peter Zumthor o Juhani Pallasmaa predecesores de estas ideas: “donde las formas no se imponen, sino que acompañan la experiencia vital, y los colores no son decorativos sino motores de atmósferas sensibles”.

Casa Relámpago, en Sant Just Desvern. Para h3o el color tiene un poder transformador en la manera de relacionarnos entre nosotros y definir los lugares que habitamos

José Hevia Bach

Según h3o, en la arquitectura clásica el color era fundamental para revelar su mensaje y despertar una mirada particular en el visitante

José Hevia

Si bien contemplan la arquitectura como una práctica muy seria, llena de responsabilidades, consideran que el resultado puede ser fantástico, “un telón de juego donde, al fin y al cabo, podamos hacer lo que nos define a los humanos como seres relacionales y lo que más nos gusta hacer, que es contarnos historias y pasar tiempo juntos. Así, el color es para nosotros un estimulador de estas experiencias, una manera de celebrar la vida”. Y se congratulan de que actualmente se expanda el cromatismo.

Según h3o, los modelos de vida están cambiando radicalmente con la introducción de la IA, las redes sociales, el internet de las cosas… “los espacios físicos deben mediar con los virtuales, y ahora estamos en los inicios de esta nueva era de la humanidad. Por tanto, ¿podemos expandir la arquitectura física a la virtual construyendo realidades híbridas? ¿O hogares que fomenten espacios comunitarios para poder contrarrestar el individualismo extremo que estamos viviendo? Son interrogantes y retos a los que se enfrenta la arquitectura, que tiene el potencial transformador de nuestras sociedades”.