Más hoteles-boutique y menos ‘resorts’: el viajero de lujo busca refugios más pequeños y exclusivos
Tendencias
Cada vez son más los que prefieren alojarse en pequeños hoteles a diferencia de las grandes cadenas, una demanda que va en ascenso y pone el foco en cuáles son las características que dan valor a estos alojamientos
Son las experiencias diferenciadas las que hacen que los hoteles boutiques destaquen
Las experiencias únicas y personalizadas son el nuevo lujo. Ya no es suficiente tener etiquetas caras o ir a los lugares de moda que todos conocen. Cada vez son más las personas que buscan lo auténtico, eso que va más allá de lo que se puede comprar. Es como si continuamente buscáramos conexiones significativas con todo lo que nos rodea: con lo que compramos, los destinos que visitamos, las influencers que seguimos, y ni que decir con lo que comemos, que sí es kilómetro cero y sabemos dónde se cultiva, aún mejor.
Esta búsqueda se traslada a todos los ámbitos, incluso al hotelero. Tener una ubicación céntrica y una buena cama podían ser filtros para elegir anteriormente, pero hoy se buscan alojamientos con alma: lugares que cuenten una historia, cuyo diseño sea único y que brinden experiencias inolvidables. El valor hoy lo ponen esos pequeños detalles, desde el personal amable y cercano hasta la decoración milimétricamente pensada y el juego de sábanas de 500 hilos.
El 58% de los clientes de lujo prefiere alojarse en hoteles boutique
Es ahí donde juegan un papel importante los hoteles-boutique, que van ganando protagonismo gracias a estas características. Según un estudio de Condé Nast Johansens (2024), el 58% de los clientes de lujo prefiere alojarse en hoteles-boutique frente al 41% que opta por cadenas internacionales, especialmente en ciudades como Madrid. Además, el informe de Future Market Insights (2023) estima que este tipo de establecimientos crecerá un 6,9% anual hasta 2034, impulsado por esta demanda de experiencias únicas y locales.
Los hoteles-boutique nacieron en la década de los ochenta, en Nueva York, como una alternativa a la estandarización de las grandes cadenas hoteleras, ofreciendo una experiencia más exclusiva y personalizada. El primero de ellos fue el hotel Morgans ubicado en el 237 de Madison Avenue. En Europa, la idea se propagó rápidamente, especialmente en centros culturales como París y Milán, donde numerosos edificios históricos fueron restaurados con esmero y transformados en elegantes alojamientos, que conectan a los huéspedes a la cultura local.
La gran diferencia de un hotel-boutique con un hotel normal, es que cuentan con una temática concreta, así como una personalización del servicio muy encaminada hacia el huésped.
Características de los hoteles boutiques
Tamaño: Suelen ser pequeños, con un número limitado de habitaciones. Esto permite ofrecer una atención más exclusiva, íntima y privada para cada huésped.
Diseño y personalidad propia: Se caracterizan por un diseño exclusivo y a menudo temático. La decoración cumple un papel fundamental para aportar ese ambiente único y también los detalles como productos de baño, gastronomía y experiencias diferentes.
En los hoteles boutiques la gastronomía juega un papel importante, todos suelen contar con cocinas de primera categoría
Ubicación privilegiada: Se ubican en lugares estratégicos, pueden ser barrios céntricos y turísticos, o en otros casos, lugares apartados del bullicio con algún tipo de encanto, como por ejemplo, rodeado de naturaleza. En muchas ocasiones, se tratan de castillos o edificios históricos que contribuyen a la particularidad del lugar.
Servicio personalizado y hospitalidad: El principal atributo de los hoteles-boutique es la atención al cliente. El personal tiene un trato cercano y se adapta a las preferencias de los huéspedes haciendo de su estancia aún más especial: recorridos privados, catas de vino, clases de cocina, actividades culturales o deportivas específicas de la región, entre otros.
Exclusividad :Buscan transmitir una atmósfera de exclusividad y elegancia, a menudo utilizando elementos de diseño de lujo y un servicio de alta calidad.
Algunos ejemplos en España
Madrid
Gran Hotel Inglés
El lobby bar es el espacio perfecto para disfrutar de platos para compartir y descubrir los sabores de su innovadora propuesta de cócteles
Este hotel es pura historia, fue el primer hotel de lujo en Madrid abriendo sus puertas en 1886. En 2018, tuvo su reapertura y desde allí se ha convertido en el lugar ideal para una experiencia exclusiva y personalizada en el centro de Madrid. Tanto así, que en 2024 fue galardonado con una Llave Michelin, distinción Michelin para los hoteles más destacados del mundo. Ningún detalle se ha dejado al azar en este hotel, desde sus sábanas de algodón egipcio de 500 hilos, su sutil elegancia decorativa estilo art déco o sus experiencias gastronómicas como el Afternoon Tea o sus noches de Swing & Rock&Roll.
Pals
Mas Salvi
Mas Salvi ofrece la combinación perfecta de tranquilidad y encanto cultural e histórico de la zona
Este lujoso hotel de la costa Brava, está situado en una masía del siglo XVII en la pequeña localidad medieval de Pals. Aquí se disfruta de la naturaleza bien de cerca, en su bosque privado de siete hectáreas, en sus jardines perfectamente cuidados o en sus tantas opciones de actividades al aire libre, como en su pista de tenis y su piscina exterior. Cuenta con tres destacados ambientes gastronómicos, una zona de spa con jacuzzi y sala de masajes y hasta un salón de lectura. Aparte de la calidad de sus instalaciones, su ubicación también invita a recorrer los pueblos medievales que lo rodean, los viñedos cerca y las espectaculares playas de Calella de Palafrugell o Llafranc, a tan solo minutos del hotel.
Palma de Mallorca
Posada Terra Santa
Posada Terra Santa es un íntimo palacio renacentista con vestigios góticos ubicado en una clásica construcción señorial mallorquina del siglo XVI
Este exclusivo hotel boutique se encuentra en el centro histórico de la Palma, en un edificio que data de 1576 y que alguna vez fue la curia de la baronía de Bunyolí sirviendo como epicentro del comercio de la isla. El hotel combina elementos góticos y renacentistas respetando las raíces del emblemático lugar y presenta una experiencia de slow design que conecta a los huéspedes con la tradición y cultura mallorquina. Cuenta con 26 habitaciones que ofrecen el máximo confort, un restaurante con cocina de proximidad, una zona de spa y un servicio de hidden plans con experiencias adaptadas a las diferentes temporadas del año para descubrir la isla, sumergirse en la cultura local y disfrutar de vivencias auténticas.
Vic
Les Clarisses
En Les Clarisses se encuentra un espacio de calma, gastronomía y cultura
El antiguo convento de monjas Clarisas de Vic, se ha convertido en un hotel-boutique que mantienen la tranquilidad y calma características del espacio original. El color arena invade cada rincón, con una estética armónica y elegante. Su restaurante reinterpreta la cocina tradicional catalana con un toque contemporáneo, mientras que sus otros espacios como el bar lounge y la coctelería Clandestina, brindan más opciones para disfrutar de tapas y cócteles de autor. El hotel cuenta con diferentes experiencias como sus domingos de vermut musical, exposiciones y excursiones culturales para explorar el casco antiguo de Vic.
Eivissa
La Torre del Canónigo
El hotel se sitúa en un enclave que combina historia, cultura y exclusividad dentro del casco histórico de Ibiza
Este pequeño, pero lujoso hotel, se encuentra en Dalt Vila, el casco histórico de Eivissa. El recinto cuenta impecables reformas que transformaron sus paredes del siglo X en lujosas habitaciones, así como los restos de un antiguo convento jesuita en un jardín de olivos con piscina y zona chill-out. La torre del Canónigo ha sido punto de encuentro de la bohemia chic de Eivissa y han disfrutado de sus servicios celebridades como Grace Kelly, Salvador Dalí, miembros de Pink Floyd, Mariah Carey y Madonna. Es un referente de la isla que destaca por su alta cocina en el Corsario Restaurant & Terrace y su exclusivo speakeasy escondido en los rincones del hotel.
Peralada
Castell de Vallgornera
Alojarse en Vallgornera es dormir en un castillo del siglo XII
Recientemente ampliado, entre viñedos y campos verdes, se sitúa este hotel boutique cuya historia se remonta al año 1123. Este es un refugio ideal para quienes buscan desconectar rodeados de naturaleza en un auténtico castillo. Sus 10 suites evocan elementos del pasado manteniendo el lujo en cada detalle. Su privilegiada ubicación a minutos de la costa Brava, brinda la oportunidad perfecta para explorar paisajes mediterráneos, realizar excursiones en velero, días de playa, paseos en globo o catas de vino en el Celler de Peralada. El hotel también ofrece paseos a caballo, rutas de senderismo privadas, clases de yoga y para los más aventureros, vía ferrata por el Camí de Ronda.
Granada
Seda Club
Los huéspedes pueden deleitarse en el lujoso bar del hotel, escogiendo entre una amplia variedad de selectos cócteles
Con sus tan solo 21 habitaciones, este hotel-boutique de lo más lujoso, ocupa el emblemático edificio de los Guerrilleros y rinde homenaje al principal papel de Granada en la antigua Ruta de la Seda, producto que simbolizaba la exquisitez y el lujo, tal como lo hace el hotel hoy en día. Adscrito al sello de calidad Small Luxury Hotels y con una Llave Michelin 2024, Seda Club busca que sus huéspedes disfruten de la ciudad con una experiencia auténtica. Sus espacios de arte exclusivo, su restaurante de gastronomía local, su bar, spa y terraza lo convierten en una de las mejores opciones de alojamiento de la ciudad.