Formentera es conocida por ser el paraíso de la tranquilidad, pero al recorrer sus 82km2 con calma, es posible descubrir desde restaurantes frente al mar que sirven manjares locales y sabores de fusión, hasta beach clubs que regalan atardeceres inolvidables casi con los pies en la arena. También hay bares donde uno puede mezclarse con los isleños y dejarse llevar por el ambiente auténtico, pero solo hay una discoteca que anima las noches más canallas de la isla desde hace más 50 años: Tipic, en Es Pujols. Hay otros establecimientos que ofrecen música, pero Tipic es legendario.
Abrió sus puertas en 1971 con un concierto de Pink Floyd, casi nada. La banda estaba en la isla grabando la película More. “Algunos críticos musicales creen que su relación con Formentera fue decisiva a la hora de configurar el estilo inconfundible del grupo en los primeros años de su existencia”, según Formenteranews. Eran la época hippie, pantalones de campana y mucho amor en una isla en el que había apenas había 3.000 habitantes. Así comenzó la leyenda de este lugar. Desde entonces, han pasado por aquí modelos, artistas, viajeros curiosos y personajes conocidos… pero sobre todo, gente con ganas de pasarlo bien, sin pretensiones.
Hay otros establecimientos que ofrecen música, pero Tipic es legendario

La zona de terraza del exterior para tomar el fresco en las caluorsas noches de verano
El año pasado, Tipic cambió de manos y fue adquirido por un inversor neerlandés. ¿El resultado? Una renovación completa que ha respetado su esencia. Desde fuera parece una casa típica de payés, muros encalados, piedra natural, techos planos de vigas de madera y una terraza de sabinas con vistas a los campos que invitan a entrar en su interior. Un club con alma rústica y toque chic. Palmeras doradas, taburetes rojos, espejos, objetos decorativos de cerámica, y lámparas diversas con el efecto cromático de una puesta de sol en Formentera. Los espacios interiores y exteriores se integran de forma fluida, a dos alturas, con ventanas de formas orgánicas que revelan el paisaje rural precioso, casi como en una pintura.
Fuera, hay una zona de sofás absolutamente deliciosa para las noches de verano, y un bar muy animado en el que se mezcla gente de todo tipo: locales, viajeros, caras conocidas del mundo del espectáculo, italianos en temporada alta, y algún que otro famoso internacional que cae rendido ante el encanto bohemio del lugar.

La barra del bar es animada y llena de gente muy diversa
En la pista suena la música techno con ritmo. Caben 500 personas, lo justo para que sea íntimo, sin agobios, con suficiente espacio para bailar. Un local que se transforma por las noches, donde se ofrece una programación musical selecta, todos los días de junio a finales de octubre, y hasta altas horas de la madrugada. Aquí se espera encontrar buen ambiente y diversión sin necesidad de aparentar.