El ejercicio no funciona si no te lo pasas bien

Vida sana

No se trata de sufrir, sino de sentirte bien después. El cuerpo agradece las endorfinas que llegan posterior al esfuerzo y te hacen sonreír

El ejercicio no funciona si no te lo pasas bien

El ejercicio no funciona si no te lo pasas bien, así que hay que tomárselo con ganas pero sin sufrir

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Si toda la vida te han dicho en el gimnasio aquello de No pain no gain o que “Para lucir hay que sufrir” igual debes cambiar de gimnasio. La ciencia ya ha demostrado que el mejor ejercicio es el que se disfruta, pues los resultados cambian según cómo te encuentres a la hora de subirte a la bici, a la elíptica o de ponerte con las pesas. Mucho sufrimiento solo sirve para dejarlo todo en poco tiempo o para estresarse al punto de que bajen todas las defensas por la subida del cortisol. 

Si te gusta lo practicas

Es el efecto más obvio. El ejercicio que funciona es el que se hace. La mitad de las personas que empiezan un programa de ejercicios lo dejan en los primeros seis meses porque se les hace demasiado cuesta arriba. Es más fácil que repitas una clase colectiva con un instructor experimentado, que ponga buena música y no te haya hecho sentir demasiado inútil.

La concentración y realización de ejercicio físico en un gimnasio

Al terminar de hacer ejerccion hay que sentir buenos niveles de relajación 

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Lo importante es cómo te sientas al final de la sesión

Cuando practicamos ejercicio físico sometemos al cuerpo a una situación de estrés, que se considera un estrés positivo. Lo sabrás si al terminar sientes placer y satisfacción hacia ti mismo. Al terminar la sesión el estrés bueno te produce unos niveles de relajación que no tenías antes de empezar.

Di no a las sesiones demasiado largas de ejercicio

En un experimento se comprobó que dos horas corriendo a intensidad moderada anulaban la respuesta inmune, esto no sucedía si la carrera duraba 30 minutos a alta intensidad. Las sesiones cortas de ejercicio aumentan los niveles de cortisol, la hormona del estrés, pero se vuelve rápidamente a la normalidad.

Pareja realiza una sesión corta pero intensa

Mejor una sesión corta pero intensa en un gimnasio

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Para segregar las endorfinas de después el ejercicio tiene que ser intenso

El bienestar que llega tras haber practicado ejercicio tiene nombre: endorfinas. Son las hormonas del placer que dejan una sensación de felicidad y euforia, son las culpables de que la gente se enganche al deporte, pero el cerebro solo las libera si el ejercicio ha sido intenso. En los ejercicios de fuerza los levantadores de pesas solo experimentaron una subida de endorfinas tras las sesiones más agotadoras, mientras que en el ejercicio aeróbico solo se consiguieron tras las prácticas a intensidades muy altas, entre el 80% y el 95% de la capacidad pulmonar.

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Tiene que quedarte un buen recuerdo

El cerebro te hará trampas para volver a conseguir un subidón de endorfinas. Por eso, aunque hayas sufrido lo tuyo en el gimnasio, al otro día vuelves porque el cerebro sólo ha conservado los buenos recuerdos. En un experimento se comprobó que durante un entrenamiento a intervalos de alta intensidad las emociones eran muy negativas, pero con el paso de las horas iban mejorando hasta ser casi buenas. Para engancharse al deporte hay que mirar atrás y tener un buen recuerdo de la última vez.

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