No hay celebración de Nochevieja en España donde Cristina Pedroche no sea protagonista en algún debate de sobremesa. Desde hace diez años, el posado con su vestido se ha convertido en la imagen más viral -y probablemente más criticada- de las redes sociales. Pero detrás de esos diseños más o menos extravagantes se esconde un mensaje de conciencia social al que la presentadora hace referencia en su tradicional discurso televisivo.
Este año, la presentadora alza su voz de la mano de UNICEF España a favor de la infancia ara visibilizar la importancia de proteger a cada niño y niña frente a cualquier tipo de violencia, abuso y explotación. Este mensaje se ha reflejado con un vestido ideado por Josie, estilista de Pedroche, que combina innovación y tradición con un profundo significado.

Cristina Pedroche con un estilismo realizado con técnicas de alta sombrerería diseñado por Vivascarrion
“Tenemos el deber de luchar para garantizar el bienestar de cada niño y niña, como bien común: para que puedan soñar, para que puedan alcanzar todo su potencial y que todos sus sueños se conviertan en realidad. Al 2025 le pido paz, tolerancia y responsabilidad”, ha dicho Pedroche. Un estilismo creado con técnicas de alta sombrerería, el diseño incluye croché de algodón y 8.500 cristales creados a partir de gotas de leche materna cristalizada de la primera maternidad de Pedroche que son un símbolo de protección, resultado del trabajo de la joyera Belén Mazas, de la firma Morir de Amor.
El resultado es un mecano-chandelier del que emergen más de 40 pezones manando leche materna cristalizada, y que Josie define como una “deidad femenina asociada a la maternidad, la tierra, la fertilidad, la agricultura y la vida”. Este diseño pretende visibilizar la desprotección de los niños y las niñas que viven en zonas de conflicto o han intentado huir de ellas.

Las gotas de leche materna, que Pedroche conservó durante su primera maternidad, han sido transformadas en elementos decorativos que adornan toda la estructura

Un diseño compuesto de tres piezas: corsé, casquete y guardainfantes, con más de 8.500 cristales creados a partir de gotas de leche materna
El diseño está compuesto por corsé, casquete y guardainfantes, realizado en su totalidad con técnicas de alta sombrerería, creando hormas ad hoc que dan forma a las diferentes piezas.

Cristina Pedroche
Una vez creada la estructura, Vivascarrion tuvo que enrejar, ensedar y ahormar las piezas en un molde con croché de algodón para salpicar las gotas de leche materna acristalada. Un laborioso proceso artesanal de más de 2.500 horas de trabajo que dan como resultado un vestido joya de más de 42kg.