La chaqueta Barbour es un clásico que nunca pasa de moda. Esta pieza de estilo campestre funciona perfectamente para una salida al campo como para un paseo por la ciudad, convirtiéndose en una pieza comodín en el armario de muchas mujeres que apuestan por diseños atemporales.
Pero uno de los problemas de esta chaqueta está en su tejido encerado, que aunque es muy elegante se ensucia y, si no se mantiene correctamente, puede deteriorarse con mucha facilidad. Por ello, la experta en trucos Lucía Lipperheide ha enseñado en Instagram cómo recuperar esta prenda.
“Este Barbour estaba apagado, seco y tieso y así se recupera en casa sin montar un circo”, afirma la especialista, que enseña a cámara este diseño en color caqui y con el cuello de pana marrón. El primer consejo que da es limpiar la chaqueta con agua tibia, nunca con jabón. “Te la cargarás porque el jabón arrastra la cera del algodón encerado”, dice la experta conocida como Homes Styles.
La clave está en usar una bayeta “bien escurrida” y pasarla con movimientos suaves para quitar polvo y suciedad. “Lo dejo secar bien para evitar manchones y marcas, ya que si está húmedo, no absorbe igual”, apunta Lipperheide, que acto seguido realiza un paso que es esencial para devolver el tono, suavidad y estructura al algodón encerado.
Antes y después de pasar la vaselina por la chaqueta
La clave está en aplicar vaselina líquida, pero no directamente sobre la pieza sino con una bayeta que permitirá trabajarla mucho mejor. “La chaqueta Barbour necesita grasa para recuperar el color. Si la cuidas te dura media vida, sino parece vieja antes de tiempo. El producto tiene que asentarse, por eso hay que dejarlo reposar dos horas antes de tocarlo”, señala.
Para retirar el exceso de vaselina, pasa una bayeta y con este paso ya se observa que el tono vuelve a ser mate, “nunca brillante”. El proceso finaliza con espray impermeable que repele agua y suciedad. “La vaselina hidrata y el espray protege. El resultado es mate, flexible y con cuerpo, con su color uniforme, sin manchas y sin brillos feos. Se nota al tacto y a la vista”, afirma la experta, que concluye el vídeo apuntando que de esta manera se mantiene una pieza buena para que dure toda la vida.


