Pepa Domingo, la empresaria que puso a Lleida en el mapa de la moda española

Homenaje

Con una colaboración exclusiva con la ilustradora Lara Costafreda, La Roca Village rinde un tributo especial a Lleida en una iniciativa que une talento, creatividad, moda y gastronomía

El 'village' se convierte en un escenario vibrante y cuenta con una exposición del fotógrafo Toni Prim que captura el legado de la diseñadora, pionera de la difusión de la moda española en los ochenta

Abrigo Maje, vestido de Sandro, botqas de Ba&Sh y pendientes de Swarovski

Abrigo Maje, vestido de Sandro, botqas de Ba&Sh y pendientes de Swarovski

Alba Ricart

Lleida es una ciudad laboriosa de carácter innovador y autenticidad, aunque a veces escondida tras su sobriedad y discreción. Y ese espíritu de vanguardia y de apego de sus artistas es lo que se refleja en el proyecto Tributo a Lleida que actualmente se exhibe en La Roca Village. Una forma de descubrir un sky cultural poderoso, como escribe la directora del Magazine, Joana Bonet.

“Las raíces de Lleida tiran siempre”, resume Toni Prim, fotógrafo con más de medio siglo de trayectoria, que supo retratar la vida cotidiana de la ciudad catalana y transformarla en iconografía de moda y cuya obra se puede apreciar en este proyecto, que es una invitación a descubrir, mientras se pasea en un día de compras, tanto el talento local de Lleida como la mirada femenina y contemporánea de la artista e ilustradora Lara Costafreda o la gastronomía deliciosa de la mano de Aitona Gourmet.

En 'Tributo a Lleida', la cámara de Prim capta el espíritu de Pepa Domingo

En Tributo a Lleida, la cámara de Prim capta el espíritu de Pepa Domingo, impulsora de la moda de vanguardia española en los ochenta y cuya mirada visionaria contribuyó a definir la identidad creativa de la ciudad. “Una mujer que estaba entre la moda y la cultura y que supo catalizar a un grupo de gente joven de diferentes disciplinas- moda, fotografía, teatro, maquillaje…- que teníamos ganas de hacer muchas cosas, pero que también queríamos que el mundo supiera que en Lleida se creaban cosas importantes”, explica el fotógrafo.

Desde su tienda Domingo’s, que abrió en 1983, fue pionera en vender los diseños de Sybilla, Manuel Piña, Ágatha Ruiz de la Prada, Toni Miró, Antonio Alvarado, Pedro Morago o Kima Guitart, entre otros talentos emergentes de la época. Empezó con objetos de diseño, pero tras descubrir a Sybilla se interesó por la moda. “Un día llegó a la tienda y dijo:’ vamos a vender faldas en un rinconcito, y tuvo mucho éxito y ese pequeño espacio se fue agrandando”, recuerda su hija, Mamen Domingo.

Amigas para siempre. Diseño de Ágatha Ruiz de la Prada, que conserva un buen vínculo con Pepa Domingo, en la antigua Universitat de Lleida

Diseño de Ágatha Ruiz de la Prada, que conserva un buen vínculo con Pepa Domingo, en la antigua Universitat de Lleida

Toni Prim

“En aquel momento me parecían los más grandes diseñadores, porque si una persona trabaja bien, me parece grande. No tuve que hacer ningún esfuerzo extraordinario para entenderme con ellos”, detalla Pepa Domingo, que nos atiende por teléfono desde su casa en Lleida, la ciudad que nunca abandonó. A sus 93 años todavía se entusiasma al hablar de aquella época y saca a flote ese espíritu de humildad que tanto destacan quienes la conocieron. “No me siento ninguna descubridora, hice mi trabajo con cariño y tan bien como pude. Fui muy feliz, pero tampoco considero que fuera la única, hubo más personas en otras ciudades”, sostiene.

Eran tiempos de gran efervescencia cultural, tras el fin de la dictadura y la transición democrática, años apasionantes que marcaron a una generación, señala Fèlix Larrosa, alcalde de Lleida. “La libertad creativa —reprimida durante décadas— encontró en nuestra ciudad un terreno extraordinariamente fértil, la cultura bullía en múltiples direcciones: desde la vanguardia artística impulsada por la Petite Galerie de Jaume Magre y Rosa Ferran, la Sala Miró, la Sala Gosé o el Col·legi d’Arquitectes, hasta la vibrante programación de la mítica Sala Europa. Aquellos años también vieron la osadía del fanzine El Callejón, la irrupción de grupos musicales como Primavera Negra y noches memorables en bares como Antares, Casablanca o Drac Màgic”, añade Larrosa.

Lara Costafreda. La ilustradora, que exhibe sus ilustraciones en La Roca Village, afirma que Lleida marcó su forma de observar. “Crecer en un entorno rural me acostumbró a fijarme en los detalles y a valorar lo que no es evidente a primera vista. Eso se refleja en mi trabajo, que suele centrarse en la naturaleza”, explica.

La ilustradora Lara Costafreda exhibe sus ilustraciones en La Roca Village, afirma que lleida marcó su forma de observar e mundo 

Lara Costafreda

“Pepa Domingo fue una auténtica bocanada de aire fresco para Lleida. A lo largo de los años, todas sus tiendas —Lo Marraco, Domingo’s, Casa y Maria Columna— fueron auténticos laboratorios de creatividad, diseño y modernidad. Es una pionera, una mujer extraordinaria que es fuente de inspiración de arte y modernidad. Y me gusta destacar que comparte ese espíritu con su hija, Mamen Domingo, creadora de la pasarela del Liceu Escolar y de la plaza de Blas Infante, dos espacios emblemáticos de la arquitectura moderna y de vanguardia de Lleida”, resume el alcalde de la ciudad.

Pepa Domingo confiesa que siempre buscaba en los diseñadores algo especial. “Chus Burés creaba joyas sencillas y bonitas, pero no solo me gustaban sus anillos sino también su sonrisa”, cuenta. Y continúa: “Manuel Piña un día me mandó pétalos de flores en una carta y otro día me puso flores en una silla y son esas cosas las que se recuerdan con cariño”.

Creatividad para un día de compras y experiencias. Vestido y abrigo de Maje, botas de Sandro y pendientes de Tous

Vestido y abrigo de Maje, botas de Sandro y pendientes de Tous

Alba Ricart

Para Mamen Domingo, la tienda que creó su madre era como “un club de la felicidad”. “Tenía tres pisos, y aunque en la planta baja se vendía todo, en el altillo estaban los probadores desde donde uno oía que salían risas…Había unos escaparates muy especiales que no se cambiaban solo los lunes, sino cuando llegaba alguna cosa maravillosa de algún diseñador y había que enseñarla”, relata.

Pepa había vivido en el mundo del comercio desde niña pues su padre tenía un pequeño almacén de perfumería donde ella aprendió a tratar con la gente y a mirar qué es lo que les gustaba. “Quería que la gente disfrutará con lo que yo hacía. Si una señora venía y le gustaba el color naranja, yo buscaba cosas de ese tono para que fuera un poco más feliz, porque para mi la moda era estar a gusto”, puntualiza.

Pepa Domingo y Ágatha Ruíz de la Prada sentadas en las escaleras de la tienda Domingo's de Lleida

Pepa Domingo y Ágatha Ruíz de la Prada sentadas en las escaleras de la tienda Domingo's de Lleida

Toni Prim

Para Toni Prim, Pepa fue una mujer audaz que se atrevió a traer diseñadores a Lleida que antes nadie lo había hecho, “Cuando viajabas o ibas a desfiles de moda de Barcelona o Madrid, identificaban Lleida con Pepa, ella puso a la ciudad en el mapa de la moda de España”, comenta Prim. “Todos los diseñadores importantes de aquellos tiempos conocían Lleida, porque ella no se limitaba solo a vender su ropa, a muchos los llevó personalmente, como, por ejemplo, Ágatha Ruiz de la Prada, que aparece sentada junto a ella en la tienda en una de mis fotos”, detalla.

En los años ochenta, España experimentó un “boom” del diseño impulsado por la democratización del país y la modernización, que se manifestó también en la moda. La movida madrileña dio lugar a una explosión creativa, con diseñadores que ganaron visibilidad rápidamente. Y en ese enorme movimiento, asegura Ágatha Ruiz de la Prada, había tiendas que se atrevieron a vender y comprar moda de diseñadores españoles, como Domingo’s.

Me hizo sentir más seguro, me hizo darme cuenta que estaba en buena dirección”

Editorial Team

“Tuve la suerte desde el primer día de ser amiga suya y que me comprará y vendiera lo que yo hacía”, cuenta. La diseñadora madrileña incluso se quedaba a dormir en su casa a veces. “Pepa siempre iba elegante, era sofisticada, pero también generosa y humilde. Su casa era muy experimental, me invitaba y me daba a probar bebidas deliciosas como marc de champagne, qué casa, qué familia, qué marido tan adorable, en fin, la pera limonera Pepa Domingo”, matiza.

“Pepa era muy activa, a veces chocaba encontrar en España tiendas como la de ella, era algo muy curioso, una tienda con un concepto y forma de comprar que eran muy modernos”, destaca el diseñador Modesto Lomba, que la define como una empresaria con amplio conocimiento en todos los aspectos de la moda.

“Tributo a Lleida” es un mosaico entre moda, arte y gastronomía que celebra el talento inspirador. A la izquierda, zapatos de Iro Paris que se encuentran en La Roca Village.

“Tributo a Lleida” es un mosaico entre moda, arte y gastronomía que celebra el talento inspirador. A la izquierda, zapatos de Iro Paris que se encuentran en La Roca Village.

Alba Ricart

“Disfruté mucho con los viajes a Barcelona o a Madrid, vi muchos desfiles porque debía estar al tanto de lo que estaba pasando. Me gustaban Sybilla, Manuel Piña, Alvarado o Sonia Rykiel, a la que conocí en París… Ágatha Ruiz de la Prada era tan divertida porque hacer vestidos con ruedas, no me digas que ¡no es divertido! Recuerdo que una vez estábamos con una señora en la tienda y me dice 'pero ve usted lo que lleva la gente'. Y le respondo: no lo diga muy alto que se lo he vendido yo”, cuenta Pepa entre risas haciendo alarde de buena memoria.

En su tienda organizaba desfiles que muchas veces salían a la calle y la gente se detenía a mirar. “Traía diseñadores y a veces acababa con una fiesta en la misma tienda o en nuestra casa, era un ambiente muy bonito cargado de creatividad”, cuenta Mamen Domingo, que se ha dedicado a la arquitectura pese a crecer en ese entorno. “Como aquella vez que trajo a Manuel Piña y le gustó tanto el ambiente que terminó invitándonos a Pepa y a mi como fotógrafo a la presentación exclusiva de unos de sus desfiles en la Casa de la Moneda”, evoca Prim.

Modernidad en Lleida. Diseños de Sybilla, Antonio Alvarado y Manuel Piña, creadores impulsados por Pepa Domingo, en una imagen tomada en la huerta de Lleida, cerca de la ciudad

Modernidad en Lleida. Diseños de Sybilla, Antonio Alvarado y Manuel Piña, creadores impulsados por Pepa Domingo, en una imagen tomada en la huerta de Lleida, cerca de la ciudad

Toni Prim

“La conocí cuando era muy joven y su apoyo fue muy importante no solo para mi sino para otros diseñadores de mi generación porque creyó totalmente en nosotros, promocionándonos cuando estábamos empezando. Era crítica, en el buen sentido, con los diseños que hacíamos”, valora el diseñador de joyas Chus Burés. ”Me hizo sentir más seguro, me hizo darme cuenta que estaba en buena dirección”, remata Burés.

En aquella época, para Antonio Alvarado, Pepa Domingo era encantadora y con bastante buen gusto. “Entre diseñadores nos pasábamos información sobre quien era buen cliente o no y siempre se hablaba bien de Pepa Domingo. Tiendas como la de ella hicieron de España un gran mercado internacional porque cuando visitaban ferias iban vestidas estupendas y la gente siempre les preguntaba por lo que llevaban puesto, y obviamente era diseño español”, desarrolla el creativo alicantino.

Pepa abrió un gran camino en el mundo de la moda española a diseñadores emergentes en aquella época. Pero también fue mentora para otros. “Fue mi primera profesora de moda. Domingo´s fue mi particular Saint Martins school.” Explica Joana Bonet sobre una mujer excepcional de mirada visionaria que contribuyó a definir la identidad creativa de la ciudad.

Lara Costafreda en la presentación del cartel del festiva.

Lara Costafreda en una presentación

Raimat Arts Festival
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